El Madrid-Elche no estuvo exento de polémica. Minuto 53 y el marcador estaba 0-0. Los blancos sacan un córner y Sergio Ramos no puede rematar porque Marcone le agarra y lo tumba al suelo.
Lo bueno de la ausencia del público en los estadios es que te permite escuchar lo que pasa en el terreno de juego. En cuanto el capitán del Real Madrid se levantó del suelo le reclama al árbitro la acción. El colegiado no le hizo mucho caso, pero quizás fue porque no se sabía su nombre.
"Pero véalo, Juan, míralo ¡Que yo no le agarro!", le decía Ramos. El jugador blanco le seguía insistiendo y le decía que había sido penalti "clarísimo". "Si no me parte el brazo de milagro" y añadió "me voy a quedar aquí porque lo voy a tirar".
El futbolista todo el rato le estuvo llamando Juan hasta que el propio colegiado le dijo que no se llamaba así. "Jorge, soy Jorge", le decía Figueroa Vázquez. Al final no lo fue a mirar a la pantalla y desde el VAR tampoco lo señalaron.
El Madrid se viene quejando en las últimas jornadas del arbitraje. En la pasada ya lo hizo con la mano de Felipe en el derbi y de nuevo sería otro penalti no pitado el centro de sus quejas. Zidane en sala de prensa decidió pasarlo por alto aunque tenía clara cuál era su opinión.
"Ahí no me voy a meter, el árbitro hace su trabajo y nosotros intentamos hacer le nuestro. Vi la jugada, a nosotros nos parece que hay algo, el árbitro ha decidido otra cosa"