Desde la llegada de Simeone al banquillo rojiblanco (2012), el Atlético había crecido tanto a nivel económico como futbolístico. En cuanto al fútbol, el club colchonero se ha asentado entre los mejores de Europa, consiguiendo siempre llegar a fases avanzadas de las competiciones europeas y quedando entre los tres primeros en La Liga en los últimos 10 años.
Si hablamos de lo económico, el Atlético comenzó a crecer, ya que ganar títulos y avanzar en fases de Europa siempre tiene una recompensa económica. Tanto es así, que el club dejó atrás el antiguo Vicente Calderón, para mudarse al nuevo Estadio Metropolitano, uno de los mejores campos a nivel mundial. Proyecto en el que los directores del club invirtieron 300 millones de euros.
Durante esa época el Atleti tuvo su mejor plantilla de la historia, llegando su valor de mercado a los 955 millones de euros. Pero desde 2019, con la salida de varios jugadores claves del equipo, como Diego Godín, Filipe, Lucas Hernández, Rodri Hernández o Thomas Partey (estos dos últimos actualmente están entre los mejores mediocentros de la Premier), el club rojiblanco comenzó a devaluar su valor.
Cuando salieron del club jugadores clave en el verano de 2019, el Atleti vivió un cambio de ciclo. A todos los nombrados, se sumó la polémica salida de Antoine Griezmann al FC Barcelona. El jugador estrella de toda la era de Simeone, abandonaba el club rojiblanco, aunque solo fuera durante dos años. Además de, una pandemia mundial de por medio que hizo que se tambaleara la economía de todo el mundo.
Los jugadores que llegaron para rearmar el equipo, Trippier, Felipe, Hermoso, Lodi, Marcos Llorente, Herrera, De Paul y João Félix, lejos se quedaron del rendimiento de sus predecesores, sin cumplir las expectativas, salvo en el caso del inglés y de los madrileños. El club no ha cubierto unos agujeros que todavía suponen un problema para Simeone desde hace ya cuatro años.
Desde entonces, el Atleti se ha visto en apuros para competir por títulos, a excepción del título de Liga en 2020-2021, pero, en el resto de competiciones, el club colchonero no ha conseguido jugar un buen papel en ninguna.
Según Transfermarkt, los últimos movimientos invernales (salida de Cunha, Joao y Felipe) y de los últimos años (Trippier, Lodi, Thomas o Rodri) han conllevado un descenso en la cotización de la plantilla rojiblanca hasta los 489 millones. Desde julio de 2016 nunca había estado por debajo de la línea de los 500 y en abril de 2019 su valor era de 955 millones. Es decir, en cuatro años ha decrecido en 466 millones de euros el valor de su plantilla.
Un Atlético, cada año, con mayores dificultades para competir en Europa, lejos de los equipos punteros de la Champions y con una plantilla que se devalúa en cada mercado. Aunque está de moda decir "el Atlético tiene la mejor plantilla de su historia", lo cierto es que, ni de lejos es el mejor equipo de la era Simeone, incluso, por valor de mercado, puede llegar a ser el peor desde la llegada del argentino.