Camavinga se ha ganado con creces la confianza de Carlo Ancelotti. El francés, que fue señalado varias veces siendo el primer cambio del técnico italiano, empieza a ser un fijo de las alineaciones del Real Madrid. Incluso el técnico se deshizo en elogios sobre Eduardo en la previa ante el Atlético de Madrid.
Y ahora Camavinga también es un recurso para varias partes del campo. Todos conocemos la electricidad, colocación, clase, verticalidad y pulmones que tiene el francés cuando parte desde el centro del campo. Incluso sin Tchouameni hemos podido ver su versión más defensiva.
Pero ahora, Ancelotti ha reconvertido a Eduardo a otra posición necesitada en el Real Madrid. Corría el minuto 44 de la primera mitad cuando saltaban las alarmas en el club blanco con Mendy. El lateral se tiraba al césped del Bernabéu y sus gestos mostraban que se había roto.
En ese momento había dos opciones: inventar una posición o colocar a Nacho en la izquierda y dar opciones a Vinicius Tobias. Fue entonces cuando Ancelotti se acordó de Deschamps en el Mundial de Qatar y colocó a Camavinga como lateral izquierdo. Y vaya si fue un acierto.
El francés fue de lo mejor del Real Madrid en un día gris de muchos jugadores de la plantilla. Se colocó bien en todo momento (aunque a veces tendía a ir al centro), ayudó en defensa, guardó la espalda de Vinicius e incluso llegó al ataque doblando la banda del brasileño.
Una nueva posición que da muchas más opciones a una defensa que no tiene a Alaba y que parece que puede perder a Mendy por mucho tiempo. Sin duda, un respiro para Ancelotti y una oportunidad para Camavinga de ganarse un puesto en el once del Real Madrid.