Eduardo Camavinga sigue sin dar la talla. El joven mediocentro no ha conseguido firmar grandes actuaciones a pesar de que sí ha tenido oportunidades. En la pasada temporada sí que fue determinante en las eliminatorias de Champions que cuando salía cambiaba el rumbo del partido, pero momentos puntuales y sin continuidad.
En la presente todavía no ha conseguido consolidad grandes minutos. Tenía una oportunidad de oro en las semifinales de la Supercopa de España. Ancelotti le puso de titular por delante de Luka Modric, pero tampoco convenció.
Al francés se le vio perdido y sin encontrar su sitio en el medio campo. Muchos aseguran que es debido a que no juega en su posición habitual. Camavinga tiene buenas cualidades en zona de tres cuartos y con disposición al ataque, la parcela defensiva se le hace más cuesta arriba.
Uno de los aspectos que no gusta a Carlo Ancelotti es su impulsividad y la fuerza desmedida en ocasiones. Camavinga entra a destiempo en jugadas y se lleva cartulina amarilla. Al jugador le suele pasar que se carga muy rápido de tarjetas en los partidos y hace que el entrenador no le pueda mantener.
En las semifinales de la Supercopa de España contra el Valencia le volvió a pasar. En el minuto 27 hizo una dura entrada por la que le señalaron amarilla. Con eso ya estuvo condicionado para el resto de los minutos que jugó. Teniendo en cuanta que estaba en una posición en donde tenía labores defensivas y de recuperación esto era bastante peligroso.
Ancelotti no se lo pensó y le quedó en el banquillo en el descanso. Después se pudo ver al jugador sentado con sus compañeros con una bolsa de hielo en la rodilla, aunque no parece preocupante y simplemente se trate de un golpe.
Estos errores son los que enfadan a su entrenador y hace que en los partidos en los que sale como titular no acabe de cuajar. El francés ha hecho buenas actuaciones cuando los encuentros tenían ritmo. Su potente físico hacía que destacara con grandes acciones, pero cuando hay más pausa se le atraganta.
Su juventud hace que tenga mucho margen de mejora y su talento es incuestionable. Hace falta que empiece a pulir ciertos detalles para que el diamante brille en el Bernabéu.