El Mundo ha seguido desvelando datos acerca de los contratos de los jugadores del FC Barcelona. Primero fue Messi y las exigencias para renovar en el 2020 y ahora ha sido Gerard Piqué con la prolongación que hizo en enero de 2018.
Firmó por temporadas por valor de 142 millones lo que suponía embolsarse unos 28,4 millones brutos por temporada. Esto podría haber aumentado de haberse cumplido unos pluses y objetivos que se fijaron en negro sobre blanco.
Las negociaciones para la ampliación del contrato comenzaron en alto. Piqué fue claro desde el inicio y pidió ser el central mejor pagado del mundo y ello suponía cobrar más que Sergio Ramos como así lo han desvelados fuentes de la negociación al citado medio. Esto fue una de las peticiones que el jugador del PSG hizo cuando estaba negociando con el Madrid para renovar: cobrar más que Piqué. Uno lo consiguió y el otro acabó saliendo del club por no sucumbir este a sus peticiones.
En ese entonces, el central blanco estaba por los 12,5 millones netos y Piqué con su nuevo contrato se quedaba en unos 15 ya libre de impuestos. En uno de los apartados se reflejada que el catalán recibiría 13.600.000 euros brutos como salario fijo anual y a esto habría que sumarle los ingresos por derechos de imagen.
El Mundo ha publicado todo tipo de detalles y también de los bonus por objetivo y fidelidad. "El FC Barcelona garantiza que, durante la vigencia de este contrato, el jugador percibirá un mínimo de 107.213.050 euros, computando a tales efectos los importes pagados por el club en virtud de los conceptos establecidos en el 4.1 (con la excepción del premio especial del artículo 4.19 y el bonus extraordinario del apartado 4.1.10)".
En el punto 4.1.9 se dice: "Adicionalmente a los importes señalados anteriormente, el jugador recibirá un premio especial de 15.446.036 euros que será exigible en un 50%, es decir, 7.723.018 euros, el 30 de junio de 2018, y el otro 50% el 30 de junio de 2019".
En otro de los apartados del contrato de Pique también estaba recogido el “bonus fiscal”. A Piqué le habían levantado unas actas en Hacienda en donde le reclamaban el IVA por una cantidad que ascendía a 7,1 millones de euros.
“En cuanto al bonus fiscal, lo he repartido entre la imagen y laboral (referido a los contratos). He cogido los importes firmes y el acuerdo de las facturas no pagadas de 2016, elevadas al bruto del 10,89%. Creo que el criterio es defendible", explica Ángel Rocamora a los servicios jurídicos del club.