La herramienta de trabajo del futbolista es su cuerpo y de ahí a que la tenga que cuidar el máximo. Se preparan físicamente para poder jugar todos los partidos y también para no lesionarse en el proceso.
Se han dado muchos casos de jugadores profesionales con un gran nivel que las lesiones los han lastrado en más de una ocasión teniéndolos apartados de los terrenos de juego por un largo tiempo o incluso encadenar dolencias distintas que le han impedido reincorporarse a la tónica del grupo cuanto antes.
Si hay algo que marcó el paso del holandés por el Real Madrid fueron sus lesiones. Se llegó a decir que era de cristal porque se lesionaba con facilidad. Sus dolencias en general no eran graves, el periodo que más tiempo estuvo apartado de los terrenos de juegos fue de 151 días cuando ya estaba en el Bayern en el 2011. Los problemas musculares han sido constantes y eso hacía que se perdiera numerosos encuentros. Más de 50 veces se ha retirado de un partido por lesión y a esta cifra habría que sumarle los entrenamientos.
El portero español tiene una guerra personal contra sus rodillas. Una de las lesiones más temidas en el fútbol y cualquier deporte tiene que ver con esta parte del cuerpo. La rotura del ligamento cruzado es un verdadero calvario para los futbolistas y este arquero lo conoce de primera mano porque se ha lesionado hasta en cuatro ocasiones de esta misma dolencia dejándole fuera del césped sumando todas más de 800 días.
Fechas muy importantes para un jugador de fútbol las que se ha perdido el alemán al estar lesionado. Las ha tenido de todos los colores, desde roturas de fibras, lo menor que ha sufrido, hasta rotura de ligamento cruzado que le apartó 220 días de la dinámica del grupo. Con el Borussia se ha perdido numerosos partidos y con su Selección competiciones importantes como el Mundial de 2014, la Eurocopa de 2016 o la Copa Confederaciones de 2017.
El brasileño marcó una época en el fútbol, pero en muchas ocasiones las lesiones le impidieron desarrollar su mejor versión. Jugaba la final de la Copa italiana con el Inter cuando se rompió el tendón rotuliano. En este momento y con un gran proceso de recuperación por delante se temió que fuera el final de su carrera, pero unos ocho meses después pudo volver a competir en partido oficial.
Ya cuando el colombiano empezaba a despuntar y a hacerse un hueco en este mundo sus lesiones le marcaron. En el 2006 sería la primera vez que se rompería el ligamento cruzado, que 7 años más tarde se volvería a producir. A esto hay que sumarle los problemas musculares o una lesión inguinal que le apartó unos 150 días del verde.
Muchos decían que era el sucesor de Messi cuando llegó al Barcelona, pero su discontinuidad en los terrenos de juego le impedirían desarrollar su fútbol con asiduidad. En esta etapa no tuvo lesiones graves, molestias o microrroturas era lo más habitual. En el PSG ya sería otra cosa y sí que han sido más frecuentes y duraderas como la fractura metatarsiana que ha tenido hasta en dos ocasiones y que cada una de ella le ha apartado unos 3 meses de los terrenos de juego.
Unas 30 lesiones han tenido el galés contando su etapa en el Real Madrid y en el Tottenham. Un calvario que le ha impedido tener continuidad. Cuando parecía recuperarse llegaba otra lesión y lo lastraba. La mayoría de ellas no eran graves y estaba fuera durante mucho tiempo, la más larga que tuvo fue una lesión en el tobillo que estuvo tres meses fuera, su problema es la asiduidad.
El joven francés todavía no ha podido mostrar su mejor versión ni en el Camp Nou ni fuera de él, solo pequeñas pinceladas entre lesión y lesión. Más de 80 partidos se ha pedido ya con el FC Barcelona. Sus lesiones en el muslo son frecuentes llegándole a tener apartado casi 200 días por una sola lesión.