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Las peores lesiones vistas en partidos profesionales de baloncesto

  • Las lesiones más habituales en una cancha de baloncesto

  • Las lesiones son inevitables en deportistas de alta competición

  • Livingston, de casi amputación a campeón de la NBA

El baloncesto profesional, y más la NBA, es uno de los deportes más físicos que existe y, aunque no está considerado como uno de los más peligrosos para lesionarse, lo cierto es que las lesiones existen. En un espacio de 15 por 28 metros, lo que mide una cancha de baloncesto, se reúnen gigantes de más de dos metros, con pesos por encima de los 100 kilos, batallando por la posesión de una pelota y que están constantemente saltando alrededor de un aro. Es evidente que existe el riesgo.

Los jugadores profesionales son los que están más expuestos a las lesiones a causa de la exigencia de los partidos, las largas competiciones y la tensión añadida. Estamos hablando, principalmente, de lesiones por desgaste de algún miembro o tejido, que pueden curarse con reposo o con una intervención quirúrgica.

Las peores lesiones que se pueden ver en partidos profesionales de baloncesto se reducen principalmente a cinco: esguince de tobillo, luxación de dedos, fractura de muñeca, luxación de hombro y rotura del ligamento cruzado anterior.

Las 5 peores lesiones vistas en un partido de baloncesto

Para intentar evitarlas, aunque en muchas ocasiones se dan de manera fortuita al pisar a un rival tras un salto o tras ser arrollado por otro jugador en la disputa de un balón, lo mejor es llevar una alimentación saludable, dormir bien y fortalecer los músculos en el gimnasio y con sesiones de fisioterapia. A pesar de ello, las lesiones resultan casi inevitables en la carrera de un profesional, por lo que prepararse psicológicamente para ellas también es importante.

Algunas de las lesiones que le suceden a un jugador de baloncesto aparecen en los entrenamientos, pero es la cancha el lugar con mayor riesgo. A lo largo de los años hemos visto lesiones escalofriantes de jugadores que nos han puesto los pelos de punta. Desde torcerse los tobillos o las rodillas o desgarrarse el ligamento cruzado anterior, hasta incluso romperse los huesos. En el baloncesto lo hemos visto todo. Algunas de estas lesiones han amenazado las carreras de los jugadores, mientras que otras, a pesar de su espectacularidad, no han resultado tan graves. Aquí tienes una lista de las peores lesiones de la NBA ocurridas en un partido profesional.

1º - Derrick Rose

Rose ha sido uno de los jugadores más prometedores de la NBA. De hecho, fue número 1 del draft y fue elegido como el jugador más valioso de la liga siendo el más joven en conseguirlo, con 22 años. Sin embargo, Rose es uno de los jugadores más propensos a sufrir lesiones. La peor se produjo cuando jugaba para los Bulls contra los Philadelphia 76ers en un partido de playoff de la temporada 2011-12. Al hacer una bandeja, perdió el equilibrio y, al caer, su rodilla izquierda se movió más de la cuenta. Rose empezó a retorcerse de dolor: se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Al jugador se le realizó una cirugía en mayo de 2012, con un período de recuperación estimado de 8 a 12 meses. Se perdió casi dos temporadas, pero después de su regreso no ha vuelto a ser el mismo jugador que podría haber reinado en la NBA.

2º - Joe Johnson

El jugador, en aquel entonces (2005) en los Phoenix Suns, fue a realizar un mate en un partido contra los Dallas Mavericks, pero en un intento de taponarle, un defensor le desequilibró en el aire y provocó una mala caída en la que su cabeza rebotó en el piso de madera y, para empeorar las cosas, la pelota golpeó la parte posterior de su cabeza. A pesar de tener la cara ensangrentada, fue capaz de ponerse en pie y lanzar unos tiros libres, aunque finalmente tuvo que retirarse a los vestuarios. Sufrió una fractura del hueso orbital y aunque no es una de las lesiones más graves que puede sufrir un jugador en un partido de baloncesto, sí que es de las más espectaculares.

3º - Jamal Crawford

Se trata de una de las lesiones de aspecto más desagradable en la historia. En 2003, la finta de un rival hizo volar a Jamal Crawford en su intento de defender un tiro. Al darse con la espalda del jugador al que marcaba, cayó de una manera muy peligrosa, con los pies en lo alto y dándose un tremendo golpe en el cuello. Estremecido de dolor, quedó inmóvil en la cancha. El juego se detuvo durante 10 minutos mientras Crawford era llevado fuera de la cancha en una camilla. Aunque la lesión parecía de mucha mayor gravedad, fue sólo un esguince y salió del hospital al día siguiente.

4º - Shaun Livingston

Shaun Livingston jugaba en Los Angeles Clippers cuando sufrió una de las lesiones más terribles de todos los tiempos y, quizás, de la manera más inofensiva. Entrando a canasta para realizar una bandeja fácil, sin que ningún jugador le tocara, aterrizó con las piernas abiertas y su rodilla izquierda se dobló de manera espeluznante. Resultado: se dislocó el tendón de la rótula, se desgarró 3 de los 4 ligamentos principales de la rodilla (ligamento cruzado anterior, ligamento cruzado posterior y ligamento colateral medial) y se rompió el menisco lateral. A pesar de que se estuvo valorando hasta la amputación, finalmente Livingston se repuso totalmente y hasta ha ganado tres anillos de la NBA.

Rudy Tomjanovich

A pesar de ser una acción extradeportiva, ya que no se estaba jugando en ese momento, es obligatorio colocar en esta lista el incidente en el que se vio inmerso Rudy Tomjanovich cuando jugaba, en 1977, para los Houston Rockets. En medio de una pelea entre jugadores de su equipo y de Los Angeles Lakers, recibió un tremendo puñetazo de Kermit Washington, que intentaba proteger a sus compañeros. Como resultado del fuerte impacto, Tomjanovich cayó a plomo y su cabeza rebotó en el parquet: el golpe destrozó la mandíbula y la cara del jugador, provocándole lesiones en la cabeza que pusieron en peligro su vida, dejándolo inactivo durante cinco meses.

Estas son algunas de las peores lesiones en el baloncesto profesional, problemas físicos que han llevado al extremo a algunos de los mejores jugadores de la NBA, pero que la mayoría de ellos han podido superar con éxito, convirtiéndose en jugadores de renombre en la historia de este deporte.