Roman Abramovich, sancionado en Reino Unido por sus contactos directos con la Rusia de Vladímir Putin, ha sido víctima de un envenenamiento. Junto a él dos negociadores ucranianos por la paz en la guerra iniciada hace unas semanas.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien se reunió recientemente con el todavía dueño del Chelsea, no se ha visto afectado, según sus fuentes de presidencia.
Los hechos se retoman a la noche del 3 al 4 de marzo de 2022. Abramovich, junto a tres personas más, comienzan a sentir síntomas compatibles con un envenenamiento.
Las primeras pruebas se destinan a buscar un agente químico, biológico o de radiación electromagnética. Abramovich relata que tan solo consumieron chocolate y agua embotellada –y precintada- en las horas previas a los síntomas, según relata ‘The Wall Street Journal'.
El oligarca ruso comenzó con un malestar general que se fue pronunciando hacia la aparición de una inflamación de los ojos. Eso dio paso a un aumento de lágrimas –constante, duradero y doloroso- y una descamación de la piel en rostro que pasó a las manos.
Los síntomas del envenenamiento van más allá con dolor constante abdominal y torácico. Además los labios se pueden volver morados, así como sufrir vértigos y confusión.
El magnate del Chelsea está fuera de peligro tras recibir atención médica. Aún es pronto para conocer las consecuencias que puede dejar con cierto tiempo un envenenamiento en su cuerpo.
Los medios apuntan a un sector de la inteligencia o de la política rusa que es contrario a que se pare la guerra en Ucrania. Una noticia que además salta horas antes de que se retomen las negociaciones presenciales en Turquía.