El Gobierno Británico adoptó cautelosas medidas contra los magnates rusos y posibles aliados en su territorio, limitando sus negocios y beneficios obtenidos de los mismos. Los multimillonarios propietarios de clubes de la Premier League no iban ser menos y el fútbol se ha visto involucrado en el conflicto de lleno.
Como ya ocurrió con el dueño del Chelsea, Roman Abramovich, al que le impusieron enormes sanciones tanto a él como al club, el ejecutivo británico sigue ahora de cerca los pasos del dueño del Manchester City, Sheikh Mansour, que se reunió la semana pasada con el presidente de Siria y aliado de Putin, Bashar al-Assad.
Sheikh Mansour es el dueño del Manchester City y Primer Ministro de los Emiratos Árabes. El Manchester City y el magnate son, respectivamente, el club y el presidente con más dinero de la Premier League. Con su llegada al club inglés, Mansour ha invertido al rededor de 1.300 millones de libras en el City. Esto incluye la presidencia del City Football Group, en el que se encuentra no sólo el Manchester City sino también el Melbourne City CF y el New York City CF. En relación al fútbol español, cuenta con inversiones en el Girona. Su fortuna personal oscilaría entre los 25 billones de libras.
El jeque es dueño de Mubadala y presidente del fondo IPIC (Compañía Internacional de Inversiones Petroleras), que controla el 100% de una compañía tan grande como Cepsa.
Como ya ocurrió con Roman Abramovich, los ‘peces gordos’ del fútbol inglés que pueden tener relación con Putin o con sus aliados, están siendo vigilados minuciosamente por el Gobierno Británico después de decidir aplicar enormes sanciones contra ellos y sus negocios en Inglaterra.
Sheikh Mansour se reunió la semana pasada con el presidente de Siria, Bashar Al-Assad, en un clima de tensión generalizado por el conflicto de Rusia y Ucrania. No se visitaban desde hacía once años. Siria es uno de los países aliados con Putin y Rusia. La prensa británica ha calificado la reunión como una ofensa a la paz con el régimen sirio y un acercamiento de posturas entre un tridente peligroso.
"Reino Unido cree firmemente que, dado que no se ha producido ningún cambio sustancial en el comportamiento del régimen sirio, estrechar lazos con sus dirigentes menoscaba la posibilidad de una paz duradera e inclusiva en Siria", ha comunicado en Ministerio de Exteriores británico en un comunicado publicado en The Athletic.
Siria se encuentra entre la lista de países que se mostró contraria ante la resolución de la Organización de las Naciones Unidas que condenaba la invasión rusa en territorio ucraniano. Además, el régimen de Al-Assad se ha cobrado la vida de 380.000 personas en una guerra civil iniciada en 2011 por protestas hacia el gobierno.