Pierre Aubameyang quería y sabía que marcaría en El Clásico en el Santiago Bernabéu. Su amigo y tatuador Alex 'Ink' cuenta como se gestó el plan de la celebración del gol que quedará para la historia, inspirado en la serie de la que ambos son fans.
Amigos y cómplices, los dos prepararon la celebración confiando en que el delantero marcaría para su equipo y así sucedió.
Antes del partido de Europa League contra el Galatasaray, Aubameyang y Alex INK charlaron por Whatsapp. Ahí es cuando Alex le deseó suerte y que anotara dos goles durante dicha eliminatoria. La incorporación más reciente del Barça confesó que anotaría un gol esa noche y otros dos en el feudo blanco de un modo muy tajante.
El mismo domingo por la mañana, planearon la celebración de los posibles goles del gabonés. Al principio, el jugador pidió a su amigo una máscara, y su cómplice no pudo encontrarla por el poco margen de tiempo que poseía. Sin embargo, Alex recordó que el sábado, en casa de otro amigo, había una bola que podía serviles para continuar con su plan. Se desplazó hasta Torrejón para hacerse con la bola y 'Auba' quedó encantado con la idea.
Alex llegó al Santiago Bernabéu con su amuleto y consiguió pasar los pertinentes controles de seguridad, cacheo incluido.
En el hotel de concentración del Barcelona, 'Auba' y Alex planearon cómo y dónde cogería la bola el jugador una vez marcara. La zona estaba muy próxima uno de los córners, donde calentaban jugadores como Lucas Vázquez en el momento en el que anotó el delantero. Con todo el recorrido en la cabeza, Aubameyang corre hacía su confidente, que levantaba la bola naranja por encima de los espectadores del Bernabéu, la coge e imita una de las escenas de Dragon Ball.
Aubameyang y Álex son fans de la serie. Tanto es así que Álex ya tatuó al delantero una escena de la misma en el muslo.