Luis Enrique lleva desaparecido desde que dejó de ser seleccionador español tras el Mundial de Qatar. No se sabe nada sobre su futuro profesional desde entonces, pero ya se conocen algunos clubes que han sonado sobre la mesa del asturiano.
La idea principal de Luis Enrique era quedarse en España y afrontar el desafío de entrenar al Atlético de Madrid después de la 'era Simeone'. Hace tan solo unos meses, cuando el asturiano se quedó sin trabajo, todo apuntaba a que el Cholo abandonaría el club rojiblanco a final de temporada, debido a su mal inicio de año, cayendo eliminado de competiciones europeas y sin posibilidades de pelear por el título de Liga.
Después del Mundial todo cambió en el Metropolitano. El conjunto colchonero comenzó a ganar partidos y volver a ser el equipo sólido que siempre se ha visto desde la llegada de Simeone. Ahora, la continuidad de Diego Pablo la próxima temporada está casi asegurada, el Atlético y el argentino ya han comenzado a organizar la plantilla de cara al próximo año.
Esta noticia ha calado de lleno en Luis Enrique, quien ya había mantenido contactos con el club rojiblanco y tendrá que buscar un nuevo rumbo profesional. Después de sus declaraciones asegurando que "me gustaría ir a Inglaterra a trabajar'', ha aparecido la oportunidad de viajar a Londres.
El Chelsea ha destituido a Graham Potter como técnico, en su lugar han puesto a Bruno Saltor, un viejo conocido de LaLiga española, como técnico interino, hasta que haya una apuesta firme de futuro. El Chelsea debe tratar de convencer a un entrenador 'top' que reconduzca el rumbo de un equipo que navega undécimo en Premier League y con tan sólo dos victorias en sus últimos nueve enfrentamientos.
La noticia positiva es que siguen vivos en la Champions League, aunque no tendrá un rival nada fácil en los cuartos de final de la Copa de Europa: el Real Madrid de Carlo Ancelotti.
Los principales candidatos para suplir a Potter en el banquillo blue son Luis Enrique, junto a Naggelsman y Pochettino. El asturiano está ante su gran oportunidad de comenzar una nueva etapa al frente de un banquillo como es el del Chelsea y cumplir un deseo que, tarde o temprano, se hará realidad.