La mala relación entre Neymar y Kylian Mbappé es uno de los problemas que más preocupa al vestuario del conjunto parisino. Con un equipo envidiable esta temporada, los malos rollos entre ambos jugadores están dividiendo en dos al grupo y no parece que las hostilidades vayan a parar.
Cuando se cerró la temporada 2021-2022, el jugador francés intentó deshacerse de un Neymar que llegó al PSG como líder, pero que ha visto ese rol totalmente ocupado por Mbappé.
La lucha de egos ha continuado desde entonces y el brasileño ha estado todo el verano en vilo por su posible marcha del club parisino. Como es de esperar, Neymar no perdona toda la situación que está viviendo con Mbappé y su entorno.
Estos desencuentros han empezado a traducirse en el campo. En un principio, es Kylian el encargado de lanzar los penaltis, pero, en el partido de liga ante el Mónaco, Neymar no dudó en encargarse de lanzar pena máxima, pues era él quien había provocado el penalti.
Ante toda esta situación ha salido un jugador con peso a apaciguar los ánimos: Sergio Ramos. La situación del penalti produjo un gran malestar en Mbappé y las cosas se tensaron demasiado, tanto es así que el de Camas tuvo que intervenir y pedirle al brasileño que respete la jerarquía de penaltis establecida por Christophe Galtier.
“A la mañana siguiente del partido ante el Montpellier, delante de todo el grupo, la tensión aumentó entre Neymar y Mbappé. Para calmar los ánimos, tuvieron que intervenir, entre otros, Sergio Ramos y Marquinhos. El dúo Christophe Galtier y Luis Campos tampoco ayudó demasiado”, ha informado L’Équipe.