Antonio Rüdiger, de la precariedad a fichar por el Real Madrid: "Ser rico era tener comida"

Antonio Rüdiger, que se crió en el barrio Berlin-Neukölln, atravesó una infancia dura marcada por la situación económica familiar y el racismo que ha experimentado tanto en su barrio como en el terreno de juego.

El jugador alemán, que acaba de fichar por el Real Madrid, se dio cuenta a una temprana edad de las dificultades financieras a las que se enfrentaba su familia. Ni siquiera podían permitirse pagar una excursión escolar, pero eso no es lo que abrió los ojos del defensa, sino la tristeza de su madre al ver que no podían costearse algo del valor de unos cuantos euros.

“Ser rico era tener comida, algo que beber. Si en la mesa había pollo, eras rico ese día, amigo. Le pedí dinero a mi madre, era para un viaje escolar, algunos euros, pero no me dio nada”, ha asegurado Rüdiger.

“Recuerdo que lo que me hirió no fue que me dijo que no, sino su cara, me rompió el corazón que me quería dar dinero, pero no podía. Ahí me dije, debes ser un hombre ahora. Tenía ocho años. Aunque algunos fuera del barrio puedan pensar que exagero, otros dicen ¿Ocho? Qué suerte, yo tenía seis”, ha confesado el jugador del Real Madrid.

Por si fuera poco, el defensa también tuvo que sobreponerse al racismo que experimentaba en su propio barrio. Se dio cuenta de lo compleja que era su situación cuando fue a ayudar a una señora con las bolsas de la compra y ésta pensó que le quería robar.

“Me di cuenta entonces, ¿así es como alguna gente siempre me verá? Nací aquí (Alemania), pero nunca seré alemán para algunos alemanes. Pensó que iba a robar sus bolsas. En serio pensó que la iba a robar. Nunca olvidaré cómo volteó a verme y el miedo en su cara”, ha revelado el jugador alemán.

Pero la terrible lacra del racismo también se trasladó a los terrenos de juego, sobre todo, en su paso por la Roma. Por suerte contó con el apoyo de Daniele De Rossi, al que Rüdiger veía como un icono cuando se incorporó al club italiano. Apreció que su preocupación fuera en privado y no exponiéndola en las redes sociales.

“Mucha gente en el futbol dice cosas en el público, pero nunca en persona. De Rossi quería saber cómo me sentía. El chico era un icono del club, una leyenda. Cuando llegué al vestuario por primera vez, solo verlo me hizo sentir nervios de niño. Pero en mi peor momento, De Rossi se preocupó por mí como humano. Quería entender: ‘Toni, sé que nunca sentiré lo mismo que tú, pero déjame entender tu dolor. ¿Qué pasa en tu cabeza?’ Él no tuiteó, no puso un fondo negro. Se preocupó”, ha reconocido el ya jugador del club blanco.

El barrio forjó al futbolista

Thomas Tuchel, el que ha sido su entrenador en el Chelsea, vio una agresividad en el juego del defensa que no pudo ignorar y al preguntarle de dónde provenía, su compatriota le entendió enseguida.

“Cuando vienes de un lugar como el Neukölln, no solo peleas contra otros chicos talentosos, sino contra la ignorancia. (Tuchel) Decía que era agresivo por venir del barrio de inmigrantes, todo depende de tu barrio”, ha explicado el jugador alemán.