Piqué celebra su gol al Sevilla a lo Maradona en el Mundial de EEUU y se come la cámara con un grito

Gerard Piqué fue el salvador del Barcelona. El equipo azulgrana estaba KO en la Copa en el descuento y el central acudió al rescate para empatar el partido y forzar la prórroga. Piqué marcó un gol que puede que haya cambiado el rumbo de la temporada del conjunto de Koeman, y se desató la euforia en una celebración que recordó a la de Maradona en el Mundial de 1994 porque se comió a la cámara de televisión en la banda.

El Barça vuelve a estar en una final de Copa y lo hizo con épica ante el Sevilla. Pique subió a rematar como un delantero más en el descuento para intentar buscar ese gol que llegó y provocó el delirio de toda la afición azulgrana que veía la semifinal de la Copa del Rey en Telecinco. Los jugadores del Barcelona sabían que ese gol les metía casi en la final porque llegaban a una prórroga contra un Sevilla con 10.

Un equipo andaluz que se quejó de una posible mano de Lenglet y de la actuación del árbitro Sánchez Martínez. Pero la realidad fue que el Barcelona no desistió de su empuje y consiguió el pase a la final de la Copa del Rey. Piqué ha pasado una temporada muy difícil tras su lesión en la rodilla ante el Atlético de Madrid, pero ha regresado a tiempo para ejercer de líder y ser decisivo en las semifinales.

"Tuvimos suerte con el gol de Piqué, pero también la buscamos"

Ter Stegen fue el encargado por parte del Barcelona de hablar tras la clasificación del Barcelona. "Tuvimos la paciencia y la intensidad, que fue muy alta. Ellos defendieron para que no llegara el segundo gol, pero eso nos favorecido. Es una suerte que hemos tenido con ese gol de Piqué, pero también la buscamos", añadió el alemán.

"Nos metemos en una final súper importante y trataremos de que esto nos lo podamos llevar también para la Liga", añadió sobre el estado anímico del equipo. "Ahora tenemos que dejar que baje un poco", dijo sobre el subidón conseguido ante el Sevilla FC.

Preguntado por el penalti que detuvo a Ocampos, el portero culé dijo que "tenía la sensación" de que su rival podía tirar hacia ese lado. "Por eso me tiré. Sabía que tenía delante un buen rematador desde los 11 metros pero acerté en la decisión de irme hacia ese sitio", finalizó.