La vuelta de las semifinales de la Copa del Rey dejó mucha polémica en el Barcelona - Sevilla. La clasificación culé dejó muy tristes a todo el sevillismo, que se quejó de dos acciones del encuentro. Lopetegui protestó airadamente que Sánchez Martínez no le sacara la segunda tarjeta amarilla a Mingueza, y los jugadores sobre el terreno de juego que el colegiado no pitase penalti por mano de Lenglet.
La polémica que se vivió en el terreno de juego fue muy caliente. Los jugadores y el banquillo del Sevilla gritaron al árbitro para presionarle en las dos jugadas, pero ni Sánchez Martínez ni el VAR rectificaron la primera decisión que tomó en la prórroga.
La primera semifinal de la Copa del Rey dejó mucha polémica en la vuelta del Camp Nou. El Sevilla reclamó un penalti por mano de Lenglet, la segunda amarilla a Mingueza por la pena máxima que cometió sobre Ocampos en el minuto 73 de partido. Sánchez Martínez no echó al canterano en esa acción y los jugadores del Sevilla se echaron encima del colegiado.
Y toda esta polémica tras el encuentro de ida en el que el Barcelona había reclamado un penalti de Suso a Jordi Alba. El lío entre los dos equipos se incrementó cuando Pedri tras el encuentro afirmó que había sido penalti y Suso le respondió con varios emoticonos de lágrimas en su cuenta de Twitter. Tras la clasificación del Barcelona para final de la Copa del Rey, el que respondió a Suso fue Carles Puyol.
El excapitán azulgrana quiso mandarle un recado al jugador del Sevilla y contestó a su tuit. “Para mí siempre hay que respetar a los compañeros, y tan importante es saber perder como saber ganar, Pedri no se merecía eso, y en el fútbol todo vuelve. Buenas noches”, respondió el exjugador culé.