Luka Doncic es un jugador especial. El esloveno marca tanto la diferencia cuando sale a la pista que realmente pone en duda todo lo que entendemos anteriormente por baloncesto. Luka es un jugador único, y mencionar que es el mejor jugador de su generación sería alabar demasiado el resto de generaciones previas y venideras y menospreciar, en gran medida, sus cualidades para jugar a este deporte. Luka Doncic es un talento que pocas veces se ha visto en una cancha de baloncesto y que, a día de hoy, esta llegando a su estado más óptimo.
La exhibición realizada ante los Knicks fue una muestra más de que su juego y madurez están llegando a unos niveles totalmente inesperados. Nunca antes un jugador había unido 60 puntos, 21 rebotes y 10 asistencias en una misma noche para remontar un partido que a falta de 33 segundos perdían por nueve. La mentalidad ganadora, su insaciable competitividad y su eficacia a la hora de potenciar sus virtudes están haciendo que Luka no solo sea un firme candidato al MVP, sino un firme sucesor de un reinado dominado en la última década por un rey nacido en Akron.
Las comparaciones siempre van a tener puntos discordantes para cada uno de los bandos, pero es inevitable pensar que Doncic lo tiene todo para reinar en la NBA. En su quinta temporada en la liga, el esloveno se está superando en prácticamente todos los apartados estadísticos (Puntos, asistencias, %T2, %T3, T2A, T3A, eFG%..) y apunta a que su titularidad en el All-Star está asegurada. En una temporada donde su equipo ahora mismo milita séptimo de la Conferencia Oeste, Doncic continúa batallando (sin mucho apoyo en lo colectivo) por alzarse con la máxima distinción individual de la temporada. El MVP. Un premio que si bien es cierto que le gustaría ganarlo no parece hacer gala de un gran interés por él. Si además de eso te das cuenta de que en su documento de identidad ha nacido en el año 1999, la locura por su voracidad de talento vuelve a dejarnos maravillados.
Pero, en las mismas alturas de la película.. ¿Dónde se encontraba Lebron James? Iniciada su quinta campaña aun sin cumplir los 23 años, "El Rey" ya había maravillado al mundo con su talento individual. Sus números también se alzarían considerablemente terminando como el máximo anotador de la temporada (30.0 puntos) y quedando en 4º posición en la pelea por el MVP por detrás de Garnett, Chris Paul y Kobe Bryant. Al igual que Luka, el equipo no acompañaba demasiado y terminarían quintos en la Conferencia Este solo cayendo en playoffs, y en siete partidos, contra los campeones de ese curso, los Boston Celtics.
Los símiles entre ambas carreras parecen más que evidentes. Sin contar el apartado numérico, Doncic y Lebron comparten un mismo legado baloncestístico. Es cierto que Luka ya sabe lo que es jugar unas finales de conferencia y que su madurez en el juego puede estar un poco por encima de la que Lebron tuvo en su época fruto de su bagaje europeo. Sin embargo, la sensación que comparten ambos jugadores de que tarde o temprano conseguirían grandes logros parece prácticamente idéntica.
Comparar la carrera de Lebron con lo hecho hasta el momento por Luka sería un agravio comparativo muy poco merecido por ambas partes. Pero de lo que no hay duda es que, tarde o temprano y pese a la competitividad de jugadores como Tatum, Giannis, Morant o Jokic, Luka tiene todo lo necesario para postrarse y heredar la corona de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Y quien sabe si el mejor.