En Quintanar del Rey, Cuenca, hoy se ha enterrado a las dos niñas de 9 y 11 años asesinadas por su madre, una agente de la Guardia Civil que se quitó la vida después. El funeral se ha oficiado esta mañana.
Los últimos datos de la investigación apuntan a que detrás de la motivación de estos atroces asesinatos pudo haber una desavenencia por la custodia de las menores.
El funeral de las dos niñas, de 11 y 9 años, presuntamente asesinadas por su madre esta semana en Quintanar del Rey (Cuenca), que después se suicidó, ha sido una desconsolada despedida en silencio y entre flores blancas.
Poco antes de las once de la mañana de este sábado los cuerpos de las niñas han llegado a la parroquia de San Marcos Evangelista de Quintanar del Rey, donde aguardaban varios cientos de personas junto a coronas de flores de familiares y de la Guardia Civil.
A la Guardia Civil pertenecía la madre, de 42 años, quien presuntamente mató el pasado miércoles a sus dos hijas de un disparo en la vivienda en la que convivían dentro del cuartel y después se quitó la vida.
En la comitiva hasta la parroquia estaba el padre de las niñas y la familia paterna (abuelos y tía), junto a muchos compañeros del centro educativo donde cursaban sus estudios, además de vecinos de este pueblo de La Manchuela de menos de 8.000 habitantes donde se vislumbra dolor en cada rostro.
"Padre y abuelos", "Vuestros tíos y primos" o "C.E.I.P. Valdemembra" rezaban en las coronas en recuerdo a las niñas, con rosas, claveles y crisantemos blancos.
También han estado presentes en la despedida el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca, el coronel Fernando Montes, y el alcalde de Quintanar del Rey, Martín Cebrián. En la iglesia se ha oficiado, durante algo más de media hora, el funeral por las hermanas en un día gris y encapotado con no más de 8 grados de temperatura. Después, los cuerpos de las niñas han sido trasladados para recibir sepultura hasta el cementerio municipal.