El denominado crimen del jacuzzi de Menorca ha dado un vuelco definitivo gracias a una grabación del móvil de la víctima. La mujer, presuntamente ahogada por su marido, grabó accidentalmente sus últimas horas de vida y lo que se escucha en esos audios tienen acorralados a su presunto asesino.
El caso se investigaba como un a muerte accidental. Eduardo llamó a la policía para contar que su chica se había quedado dormida en el jacuzzi y se había ahogado, después de una noche consumiendo alcohol y drogas.
Pero con lo que él no contaba era con que en el móvil de Elisabeth estaba la prueba clave. Un audio que ella comenzó a grabar de forma accidental y que en total dura 8 horas. Diecisiete meses después del suceso se conoce el contenido de ese audio y es detenido de inmediato.
En el audio se escucha como ella se golpea la cabeza contra el suelo y se le oye decir “me muero”. Poco después se le escucha a él decir: “déjala que se muera”.
Finalmente, el jurado solo ha necesitado cinco horas para emitir por unanimidad un veredicto y declarar a Eduardo culpable de asesinato: Elisabeth no murió ahogada accidentalmente, la mató su marido.
‘Cuatro al día’ ha podido charlar en directo con Fran Karlys, hermana de la asesinada, que desde Venezuela se ha mostrado conmocionada con lo sucedido y ha explicado cómo veía ella la relación de su hermana con el presunto asesino.