La guerra en Ucrania cumple 150 días con acuerdos que permiten albergar algo de esperanza. No obstante, las matanzas continúan. Las autoridades ucranianas han denunciado ataques rusos en el centro del país, donde habrían lanzado hasta 13 misiles y causado al menos tres muertos.
En el municipio de Druzhkivka, en la región del Donbás, hemos podido ver una casa en llamas tras el impacto de un misil. Allí, las tropas del Kremlin atacan con bombas de racimo, que son más letales.
Sin embargo, la noticia de mayor calado en relación con la guerra es el acuerdo que firmaban este viernes Rusia y Ucrania en Estambul, por separado, para desbloquear el envío de cereal ucraniano. El presidente Volodímir Zelenski ha dicho que eso va a permitir evitar una hambruna en buena parte del mundo, especialmente en África.
En virtud del acuerdo, una coalición de personal turco, ucraniano y de Naciones Unidas supervisará la carga de granos en los buques en los puertos ucranianos de Odesa, Chernomosk y Pivdenyi, antes de navegar por una ruta planificada previamente a través del mar Negro.
De igual modo, las partes rusa y ucraniana se comprometen a suspender cualquier ataque contra los barcos o los puertos que participen en estas exportaciones. Personal de Turquía y de Naciones Unidas estará en los puertos ucranianos para confirmar la seguridad en las zonas protegidas por el acuerdo.
Ucrania además se enfrenta a la tarea de despejar las minas en el recorrido de los barcos, siempre y cuando encuentre suficientes buques para cubrir los retrasos. El éxito del plan también depende de las garantías de seguridad de Moscú y de que el presidente Vladimir Putin cumpla con su parte del trato en pleno conflicto armado.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha celebrado el acuerdo como el primer pacto de envergadura alcanzado entre ambas partes combatientes desde el inicio del conflicto.
"Este es un acuerdo sin precedentes entre dos partes involucradas en un conflicto sangriento. Pero ese conflicto continúa y la gente muere todos los días", ha explicado Guterres tras la consecución de la firma después de "un largo camino de negociaciones".
"El faro de esperanza en el mar Negro está brillando hoy gracias a los esfuerzos colectivos de tantos. En estos tiempos difíciles y turbulentos para la región y nuestro mundo, dejemos que ese faro nos guíe para aliviar el sufrimiento humano y asegurar la paz", ha añadido.
El Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Josep Borrell, ha valorado el acuerdo como "un paso en la dirección correcta" y ha pedido su "rápida aplicación". "La UE sigue comprometida a la hora de seguir ayudando con las exportaciones del grano ucraniano", ha hecho saber.
El acuerdo tiene una fecha de caducidad de 120 días en caso de que alguna de las partes decida abandonarlo. Por ahora, no ha empezado muy bien. Hace unas pocas horas, varios misiles rusos han caído sobre el puerto de Odesa.