'Código 10' analiza las claves de ese caso en el que se produjo un claro ensañamiento dado que se llevó a cabo con 113 puñaladas. Un caso cuya escena del crimen reveló que la víctima fue ferozmente atacado, tanto que la escena era realmente difícil de asumir para los que la presenciaron. Pero ¿Cuál fue el móvil del ensañamiento?
Jaime Olañeta tenía 68 años. Llevaba una vida tranquila, vivía en un caserío apartado y se jubiló pronto por cuestiones de salud. Precisamente por eso necesitaba ayuda para mantener su casa al día y así llegó Joaquín a su casa. Vivía allí a cambio de mantener la vivienda, pero Jaime no sabía que su pareja acabaría con su vida.
Al parecer, Joaquín y María Jesús tenían una relación muy complicada, tormentosa. Para él, era un tanto obsesiva y quería acabar la relación. Si embargo, ella no estaba de acuerdo e incluso habría acudido al caserío a pedirle explicaciones. Allí, el propio Jaime se ofreció a llevar a María Jesús de vuelta a casa porque estaba muy alterada y volvió al caserío.
Sin embargo, el 9 de marzo de 2012, María Jesús tomó la peor de las decisiones. La mujer habría acudido al caserío y, al no encontrar a Joaquín, habría ido en busca de Jaime que, cada día, echaba una siesta en su coche en un sitio en el que disfrutaba del sol.
Allí, se vio sorprendido por su atacante que le atacó salvajemente propinándole 113 puñaladas.
Las primeras hipótesis apuntaban a un supuesto robo, pero luego se supo que nadie había robado el dinero que Jaime tenía en su casa. Pronto, el testimonio de algunos testigos les llevaron hasta María Jesús, una prueba de ADN la situó en el lugar de los hechos y acabó confesándolo.
Finalmente, se le condenó a una pena de prisión de 14 años.