Las cámaras no han podido acceder a la sala pero 'Código 10' ha sorteado el hermetismo de la corte y conoce los detalles de lo que ha sucedido en la primera sesión del juicio contra Daniel Sancho, acusado de presuntamente matar y descuartizar a Edwin Arrieta en Koh Samui.
Se espera que el juicio dure en torno a un mes y que unos 50 testigos comparezcan. En esta primera sesión, que arrancaba a las 09.45 h. y que ha durado unas ocho horas, Daniel ha comparecido esposado de pies y manos. En el interior de la sala ha estado acompañado por su padre, Rodolfo Sancho, aunque no por su madre, Silvia Bronchalo, que sí estaba en la isla.
Por otro lado, se ha dicho que el juez ha llamado la atención al acusado por sus preguntas a los testigos. Pero ¿Qué ha dicho Daniel? Según ha podido saber el programa en exclusiva, el hijo de Rodolfo Sancho habría estallado pronunciando esta frase: "Aquí hay muchas mentiras y me estoy jugando al vida".
María Espínola, desde Tailandia, nos contaba que aunque los testigos hablan de un Daniel Sancho calmado y sin expresar emociones, sí que habría un momento en el que se le ha visto nervioso e incluso mirando hacia atrás para apoyarse en su padre y decir cosas como esta hablando del cuchillo: "Papá, esto no puede ser así, eso no se lo cree ni Dios. Eso no se lo cree, el cuchillo no estaba".
La reportera nos daba más detalles explicando que una peculiaridad del sistema tailandés es que el acusado puede hacer preguntas a los testigos y él no ha perdido esta oportunidad. Dirigiéndose a una de ellas, la mujer que le alquiló la moto, le habría formulado esta pregunta:
El juez le habría llamado la atención diciéndole que esa pregunta ya se había formulado y él hacía otra pregunta a otro testigo:
Pero hay más y es que a la propietaria de la villa que él alquiló y donde habrían sucedido los hechos, le preguntaba:
En esta ocasión, el juez le habría pedido que no hiciera preguntas capciosas ya que ese tipo de cuestiones tendría que formulárselas a la policía cuando testifique.
En definitiva, todas las preguntas estaban dirigidas a reforzar la línea de defensa de Daniel Sancho, que defienden que no mató con premeditación al cirujano.
El sistema judicial tailandés es muy diferente al español. El juicio se desarrolla en una sala con aforo muy limitado, de 25 personas. Presidiendo está el juez, cuya identidad permanece en el anonimato y, frente a él, la defensa, la fiscalía y el acusado.
Tras ellos, están otras personas como el padre de Daniel Sancho, un intérprete, representantes de la embajada española en Tailandia y los testigos que esperan su turno para testificar.
Además, el juicio se ha desarrollado a puerta cerrada y bajo las normas budistas: los asistentes tienen que estar descalzos, con pantalón largo y hombros tapados. Todos sentados correctamente y está prohibido tomar imágenes, audios o notas.