Nacho Medina se derrumba en su llegada a Paiporta: "Llevo solo una hora aquí y no puedo parar"

Ya han pasado casi más de dos semanas desde que la trágica DANA azotó fuertemente Valencia, convirtiéndose en una verdadera trampa para para miles de personas que regresaban a sus casas o salían de trabajar en los municipios de Catarroja, Sedaví, Torrent o Paiporta. En este último, la situación fue y todavía sigue siendo trágica, siendo el epicentro de la tragedia y con imágenes de verdadero caos entre los vecinos.

Nacho Medina, director de 'Callejeros', se ha movido hasta Paiporta para saber cómo están sus vecinos y los corazones de estos. Y es que la mayor tragedia natural de nuestro país ha tenido sus consecuencias. Pero lo que nadie imaginaría es que serían estas. Caída la noche, la actividad no cesa en el pueblo, con muchos vecinos yendo de un lado a otro con carritos (desplazando comida de algún lugar a otro o colaborando entre sí).

Medina paraba a una vecina que se dirigía a coger agua y alimentos al Auditorio de Paiporta: "Fue horrible. Ha sido la peor experiencia que hemos podido vivir". Precisamente hasta este auditorio se desplazaba 'Callejeros', un banco de alimentos puesto a disposición de todos los que lo necesiten y que se ha convertido en un auténtico epicentro de solidaridad, con tarros y todo tipo de material donados por gente anónima.

Algunos voluntarios de otros pueblos descansan en este Auditorio, con escasas horas de descanso y muy comprometidos por la causa. Nacho Medina le preguntaba a un agente de Policía Local si se imaginaría que viviría una situación de tal envergadura, a lo que el agente respondía que "no": "Una emergencia así no me la imaginaría nunca. Es duro, muy duro".

Las lágrimas de Nacho Medina

Era en ese momento cuando Nacho Medina se derrumbaba por completo: "Yo llevo una hora aquí solo y ya... no puedo parar". El policía local le daba una palmada a Nacho Medina y contaba que están viviendo muchas muestras de gratitud por el apoyo: "Entre todos, lo fundamental es que estemos unidos y podamos levantar todo esto". Nacho Medina se secaba las lágrimas como podía y le daba las gracias, totalmente hundido por lo que estaba suponiendo para él grabar en un sitio así, viviendo en primera persona eso que muchas veces lo vemos tan lejos.