Se anunció en el pasado E3 y nos sorprendió a todos. Un videojuego de terror psicológico que se mostraba en vídeo en la conferencia de Xbox en la feria de videojuegos de Los Ángeles. La ambientación nos jugó una mala pasada durante unos segundos y muchos pensamos que se trataba de un nuevo Alan Wake. Pero, aunque las referencias son evidentes, no era una nueva entrega de la saga de Remedy (desafortunadamente). Se trataba de un juego con la licencia de la famosa película de terror ‘El proyecto de la bruja de Blair’ y estaba desarrollado por los creadores de la saga Layers of Fear o The Observer. Además, el juego se lanzaría en exclusiva con el servicio Xbox Game Pass con su lanzamiento, en agosto de ese mismo año.
No tuvimos ocasión de probar Blair Witch entonces pero ahora, con la llegada del juego a Playstation 4 (llega el 31 de enero con ediciones físicas para la consola de Sony y también para Xbox One), nos hemos adentrado en el bosque de la famosa bruja para contaros todo lo que ofrece este título de terror en primera persona. Una ambientación muy cuidada, algunas mecánicas muy originales y unos cuantos trucos clásicos para meternos miedo son algunas de las cosas que ofrece este título enfocado a los fans de sufrir sustos frente a su videoconsola.
Los juegos para pasar miedo son un género en sí mismos, al igual que las películas de terror, y tienen su legión de fans. Y, como no hay muchos títulos, sus aficionados consumen lo que salga con avidez, independientemente de su calidad. Por eso, Blair Witch es una buena noticia para todos aquellos a los que les gusta pasar miedo. Un juego que no es perfecto, pero que está muy cuidado y que tiene momentos de esos que se quedarán grabados en tu subconsciente, y que recordarás una y otra vez esas noches en las que no puedes pegar ojo.
El juego está ambientado en el universo de la famosa película independiente que se convirtió en un icono cultural, asustando a los espectadores de las salas de cine de medio mundo en 1999. El juego nos devuelve a los frondosos bosques que rodean a la población de Burkittsville, Maryland, donde ha desaparecido un niño en el mismo bosque donde se produjo “la desaparición de varios excursionistas hace tres años”.
Esta es la única referencia que parece apuntar a los sucesos acontecidos en la famosa película, donde un grupo de jóvenes cineastas se adentran en el bosque para grabar un documental sobre la leyenda local de ‘La bruja de Blair’. Dicha leyenda habla de apariciones en el bosque del fantasma de Elly Kedward, una mujer acusada de brujería y del asesinato de varios niños, que fue ejecutada por sus crímenes en dicho bosque a fines del siglo XVIII.
En el juego encarnamos a Ellis, un agente de policía local que no está pasando por su mejor momento de salud a nivel psicológico, pero que decide unirse al dispositivo de búsqueda del niño desaparecido. A pesar de las reticencias de su ex-pareja y del jefe de policía de la ciudad, preocupados por su estabilidad, Ellis ‘se echa al monte’ para intentar poner su granito de arena a la búsqueda del chaval. Así, comenzamos la aventura, que resultará ser un viaje sin retorno hacia su propia locura.
Con una perspectiva en primera persona, nos adentramos en esta aventura gráfica de exploración donde el enorme bosque es un personaje más, de hecho, será nuestro principal enemigo. Ellis se adentra entre los árboles, con una mochila, una linterna, su teléfono móvil y un ‘walkie’, con el que podrá hablar con otros personajes. Pero, afortunadamente no irá solo, sino acompañado de Bullet, su fiel perro, que será su mano derecha en esta aventura.
La presencia del perro es fundamental en la mecánica del juego, ya que será quien nos marque hacia dónde debemos ir y quien nos ayude a avanzar en la aventura casi siempre. Podemos pedirle a Bullet que busque un rastro, que encuentre objetos, que nos guía para salir de algún sitio o llegar a algún otro, etc. La relación que tengamos con él es fundamental para conseguir superar muchas fases del juego, por eso tenemos opciones para pedirle que busque, llamarlo, ordenarle que se quede quieto, pedirle que no se aleje de nosotros, acariciarle para premiarlo o regañarle. Ellis es inestable psicológicamente, pero Bullet le ayuda a centrarse por lo que, si no queremos sufrir un ataque de ansiedad o pánico, tenemos que asegurarnos de tener cerca al perro.
A los pocos minutos de juego, ya descubrimos lo fundamental que será Bullet para casi todo. De hecho, en algunas ocasiones estaremos completamente perdidos en medio de la maleza o la hierba alta y sólo llamando al perro conseguiremos avanzar (al llamarle aparece una flecha en pantalla que nos marca su posición y él siempre nos ladra para que sepamos dónde está). En el juego tenemos que estar muy atentos a lo movimientos y reacciones del perro, ya que puede mostrarnos que está encontrando un rastro, que ha detectado una pista o que siente aproximarse un peligro.
Precisamente esto último será vital, ya que el juego nos enfrentará a ‘extrañas entidades’ que querrán atacarnos y que tendremos que ahuyentar con la luz de nuestra linterna. Saber hacia dónde y cuándo apuntar el haz de luz que nos salvará la vida solo será posible si nos fijamos en la dirección hacia la que gruñe y ladra Bullet, que detecta el peligro mucho mejor que nosotros.
El juego consigue que tengamos una sensación de agobio y peligro constante y que el bosque se nos caiga encima y tengamos la sensación de estar perdidos y a punto de morir constantemente. Aun así, seguimos adelante gracias a Bullet y a seguir las pistas que vamos recogiendo y que podemos estudiar minuciosamente. Los retos de exploración y puzles van surgiendo de manera fluida y son relativamente sencillos, aunque hay ocasiones que nos hemos sentido perdidos durante largo tiempo, sin saber cómo avanzar.
En la resolución de estos puzles entra en juego una de las dinámicas más originales del título, las cintas de vídeo. Como en la película que inspira el juego, a principio de la aventura encontraremos una cinta de vídeo en un campamento abandonado y luego iremos encontrando una serie de cintas que podremos revisar en cualquier momento. En ellas podremos encontrar pistas, pero también nos servirán para ‘modificar la realidad’ (si es que a lo que estamos viviendo se le puede llamar realidad). Así, pausando la cinta en el momento justo, haciéndola avanzar o retroceder, conseguiremos que la realidad cambie para resolver un puzle, encontrar un objeto concreto o abrir una nueva zona para seguir la aventura. Esta mecánica nos ha resultado realmente original y muy atractiva.
Superar la aventura nos llevará algo más de 5 horas, tiempo que puede incrementarse en función de lo que nos guste explorar y encontrar todos los coleccionables ocultos en el juego. Una aventura terrorífica que no es perfecta, ya que a veces pierde ritmo y resulta algo confusa o repetitiva, pero que tiene momentos realmente muy bien diseñados. Además, técnicamente cuenta con unos gráficos que cumplen y dan miedo y una banda sonora que consigue transmitir esa pesada angustia. Las voces llegan en inglés y cuenta con subtítulos en castellano, y hay que decir que estar leyendo te saca muchas veces de la atmósfera terrorífica que el juego quiere transmitir.
Si te gusta el terror, acepta el reto de Blair Witch.