The Sinking City: misterio y terror ‘lovecraftiano’

  • Nos henos sumergido en la oscura trama de esta nueva aventura basada en la obra literaria de H. P. Lovecraft.

The Sinking City no es el primer videojuego que intenta adaptar a una aventura interactiva el rico, apasionante y complejo mundo literario creado por H. P. Lovecraft, pero sí que es uno de los que consiguen un mejor resultado. Los aficionados a la mitología creada por el popular escritor estadounidense hemos podido disfrutar hace unos meses de la aventura de Cyanide Studios, The Call of Cthullu, pero ahora nos llega este The Sinking City, desarrollado por Frogwares (conocidos por sus aventuras gráficas de Sherlock Holmes) y que nos cautivó desde que vimos su primer y espectacular tráiler.

Con la prometedora promesa de estar ante una aventura de mundo abierto nos embarcamos (nunca mejor dicho) en esta historia en la que encarnamos al investigador privado y veterano de guerra Charles W. Reed, atormentado por una serie de visiones terroríficas en las que misteriosos seres submarinos pueblan una ciudad sumergida. Para encontrar algunas respuestas Charles toma un barco hasta la ciudad isleña de Oakmont (que recuerda a la mítica ciudad de Innsmouth del relato de Lovecraft). Esta oscura y decadente ciudad pesquera de la costa de Massachussets sufre una oleada de altercados provocados por episodios de visiones e histeria, sobre todo desde las inundaciones que afectaron a la ciudad.

Una vez en tierra firme comenzamos a jugar con el objetivo de encontrar respuesta a las visiones que nos atormentan, pero por el camino tendremos que resolver diferentes misterios, asesinatos y decenas de objetivos secundarios que se nos irán acumulando. Una vez superamos una especie de prólogo, a modo de primera misión de aprendizaje, el mapa de la ciudad se abrirá y tendremos libertad de movimientos, para dirigirnos y buscar respuestas (y nuevas preguntas) por cualquiera de sus barrios, calles y bajos fondos.

El título se nos presenta como un juego de acción en tercera persona, pero es verdad que la acción brillará por su ausencia. Aunque hay ocasiones en las que tendremos que utilizar armas de fuego (o cualquier otra) contra algunas criaturas que campan por la ciudad. Pero, a pesar de estos momentos de acción, el peso del juego está en la exploración, la interacción y conversaciones con los personajes y la investigación. Para ello, la jugabilidad se repetirá en términos generales (aunque con múltiples variaciones) en los momentos de exploración y búsqueda de pistas, la interrogación de los testigos y la fase en la que acudiremos al llamado ‘Palacio de la Mente’ a atar hilos combinando las pistas encontradas. Este proceso abrirá nuevas líneas de investigación o directamente nos dirigirán a ciertos lugares del mapa donde encontraremos respuesta al misterio. También tenemos la biblioteca, los archivos de la policía, el hospital o el periódico para consultar en cualquier momento y cruzar datos para obtener más evidencias para esclarecer los casos (ya sean casos principales o secundarios, que podemos tener abiertos a la vez).

Pero, más allá de nuestra recogida de pistas, interrogatorios y deducciones lógicas, el bueno de Charles W. Reed cuenta con algunas habilidades sobrenaturales desde que sufre las misteriosas visiones, lo que resulta de mucha ayuda para encontrar pistas en los escenarios o seguir rastros. Estas habilidades, como el Ojo de la Mente, nos permite saltar a una especie de dimensión paralela donde podemos observar hechos ocurridos en le pasado.

Todas estas dinámicas de juego se van entrelazando y complicando a medida que avanzamos en la exploración de la ciudad y en la historia principal del juego. Y todo con una historia muy trabajada, muy profunda, plagada de personajes fascinantes y una atmósfera oscura y terrorífica. A la vez que avanzamos, iremos rellenando un diario, un inventario enorme y un árbol de habilidades que le dan un ligero toque de RPG a este sandbox de terror.

Como ya hemos dicho también, a veces tendremos encuentros con criaturas sobrenaturales (dentro o fuera de nuestra mente) y tendremos que enfrentarnos a ellas (a veces también a criaturas más ‘naturales’). La munición es muy escasa en la ciudad, tanto que la moneda de cambio que ha sustituido al dinero en sus calles son las balas, por lo que la mayoría de las veces tendremos que tirar del cuerpo a cuerpo o utilizar otro tipo de armas más manuales. Así, el crafteo es una labor fundamental en el juego, ya que tendremos que proveernos de todo tipo de mercancías para sobrevivir. No olvides abrir y limpiar todos los armarios de una estancia.

En resumen, nos encontramos ante una más que interesante adaptación de los mitos de Cthulhu a un juego pausado de terror, exploración e investigación. Tiene mucho de aventura gráfica, pero también de juego de acción y RPG. Y todo con un apartado técnico muy notable.