Cult of the Lamb: un adorable corderito al frente de una secta satánica
Un divertido roguelike en torno a la secta satánica creada por un adorable corderito
Cult of the Lamb es un entretenido juego que mezcla gestión y mazmorras
Uno de los títulos que más nos llamó la atención en la presentación de Devolver Digital de este ‘no E3’ que hemos vivido hace unas cuantas semanas fue Cult of the Lamb. Todo nos gustó en la puesta en escena de este juego de Massive Monster que nos invita a crear y hacer popular una secta satánica liderada por un adorable corderito. Un roguelike muy peculiar que mezcla elementos de gestión y que ahora hemos podido probar a fondo para contaros nuestras primeras impresiones.
El título para PC nos pone en la piel de un corderito, el último de su especie, que va a ser decapitado en un oscuro ritual de una fanática secta de animalillos del bosque. El pobre cordero pasa a mejor vida, pero un poderoso demonio le ofrece la posibilidad de volver a la vida para vengarse de los oscuros sacerdotes que lo sacrificaron. A cambio sólo le pide una cosa: que funde una secta en su nombre y la haga crecer, para convertirla en la más popular del bosque.
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Así, el juego nos exigirá pasar una buena parte de sus horas de juego gestionando el día a día de la nueva religión que acabamos de fundar. La secta requiere de mucho trabajo: recoger recursos, construir infraestructuras, cocinar para mantener alimentados a los adeptos y no descuidar el culto de nuestro demonio benefactor. Así, fundaremos nuestra secta en unas antiguas ruinas en el bosque y volveremos aquí como si de nuestra base se tratara, para ocuparnos de todos los asuntos relacionados con la gestión de recursos.
Pero para ir haciendo crecer la secta y avanzarla historia, nuestro corderito tendrá que hacer incursiones (cruzadas) a través de distintas regiones que se presentan como estancias aleatorias en la parte roguelike del juego. Aquí, armado con distintas espadas, hachas y demás armas cortantes, el cordero tendrá que luchar para enfrentarse a criaturas y adeptos de la secta rival. Las incursiones permiten adquirir recursos extra, ganar oro (importante para comprar mejoras y nuevos ítems), abrir cientos de cofres y, sobre todo, convertir adeptos y sumarlos a nuestra secta.
Cuando añadimos adeptos a la secta (a los que podemos personalizar a nuestro gusto poniéndoles nombre, eligiendo su aspecto, color y habilidades) aparecen en nuestra base y ya están listos para arrimar el hombro por la causa. Podemos mandar a los adeptos a recoger recursos, construir infraestructuras o dedicarse al culto. Tenemos que estar pendientes de ellos, de si están bien alimentados (para lo que tenemos que aprender recetas y preparar comida), si han descansado bien (podemos hacer que vayan a dormir, mejorar sus alojamientos…) si necesitan recibir regalos para mejorar su estado de ánimo y mejorar así sus habilidades… La gestión de la secta y sus adeptos es una parte fundamental del juego.
El titulo mezcla un apartado gráfico adorable, casi de dibujos animados con una temática oscura y un poco sangrienta, y mezcla muy bien las partes en las que tenemos que remangarnos y luchar en las diferentes estancias contra monstruos de todo tipo (con geniales monstruos finales de mazmorra) con la importante pata del a gestión. Todo conducido a través de unas misiones principales y secundarias que irán conformando la historia del juego.
En general, nuestras sensaciones jugando a Cult of the Lamb han sido muy buenas y tenemos ganas de probar la versión final que llegará el próximo 11 de agosto.