Una de las quejas más recurrentes de los detractores de Nintendo Switch es que esta consola recibe muchos “refritos”. Juegos que ya han visto la luz en otras plataformas y que vuelven a la portátil de Nintendo a rememorar viejos laureles. En el caso de Super Mario 3D World + Bowser's Fury, no sólo vuelve a recordar buenos tiempos, si no que además regresa con la intención de hacerle justicia a uno de los juegos de Mario peor tratados por el público. Seguro que las ventas menos numerosas de lo esperado que sufrió Wii U no ayudaron a posicionar a 3D World con un merecido puesto entre los mejores de la saga.
Desde el lanzamiento de Nintendo Switch hace ya casi cuatro años hemos sido pocos los que hemos esperado la llegada de este juego, pero con el lanzamiento del maravilloso Odyssey como juego de Mario de lanzamiento de la consola ha habido que esperar unos años para poder disfrutarlo. Junto con el recopilatorio de 64 + Sunshine + Galaxy, y el mencionado Odyssey, Nintendo Switch tiene ya su poker de juegos de Mario indispensables en cualquier estantería.
Ya con solo leer el título sabemos que esta reedición de Super Mario 3D World trae novedades. Bowser’s Fury es un añadido completamente nuevo que viene a calmar las ansias de los que además de retoques en el juego original pedimos novedades sustanciosas a la hora de volver a pagar por “lo mismo”. Si te estás preguntando si merece la pena, ya te podemos adelantar que sin ningún tipo de duda. Ya sabes que Mario está celebrando su 35 cumpleaños, y la llegada de un juego tan grande con un añadido tan importante es un gran regalo para él y para todos los que disfrutamos con sus juegos.
Decíamos antes que Super Mario 3D World no llegó a ser un éxito de ventas, pero eso no quiere decir que recibiese malas críticas, más bien todo lo contrario. El juego principal de nuestro fontanero favorito en Wii U consiguió un aluvión de notas por encima del 90, lo que le situaba como uno de los mejores juegos de Mario en lo que a valoraciones se refiere. Este Bowser’s Fury es lo mismo pero mejorado, así que el único punto débil en esta ocasión es que ya lo hemos jugado, además no hace mucho.
Porque tal y como están las cosas con la pandemia, aquellos a los que nos gusta pasar los fines de semana en casa hemos tenido más tiempo que de costumbre para disfrutar de nuestros hobbies. En mi caso, una de las cosas que he hecho ha sido desempolvar la Wii U para retomar aquellos grandes títulos que ya hacía tiempo que no jugaba. Esto me ha servido para disfrutar otra vez de Super Mario 3D World, y con la salida de la nueva versión para Switch tuve la sensación previa de que me aburriría enseguida de jugar otra vez a lo mismo. No podía estar más equivocado.
Es cierto que haciendo tan poco que he soltado el mando de Wii U, volver a controlar a Mario otra vez en el mismo juego era complicado sentir emoción pero por una parte el sentir que volvía a casa y por otra esos ligeros retoques que hacen que esta versión sea igual pero no, han conseguido que esa posible sensación de hastío se desvaneciese tan rápido como llegó.
Aunque se nos ha dicho que hay ligeros retoques de una versión a otra, a la hora de la verdad lo cierto es que sí. Quizá esta nueva versión para Switch se note algo más suave en sus movimientos, la respuesta a nuestros movimientos de joystick y botones sean algo más ágiles y en general la experiencia se haya mejorado un punto por encima de lo que ya habíamos jugado, pero en el conjunto global las diferencias no son muy apreciables por lo que se puede decir que estamos en la práctica ante el mismo juego de 2013.
Eso, que en otras ocasiones puede parecer un hándicap, deja a las claras lo bien que ha envejecido este título y aún a día de hoy es capaz de plantarle cara a otros grandes juegos del segmento. Quizá uno de los aspectos que más acusa es que la cámara, a pesar de ser un juego en 3D, sigue siendo fija. Nuestros instintos nos hacen querer moverla alrededor de nuestro personaje, como ha ocurrido en juegos posteriores, como Odyssey o incluso anteriores como Galaxy, pero aunque la cámara sea semi-fija (nos permite variar el ángulo en algunas ocasiones, lo que nos ayudará a su vez a descubrir secretos ocultos en los niveles) la sensación general es de la libertad habitual en un juego en tres dimensiones.
En el aspecto que se refiere puramente al juego, ya hemos dicho que no hay novedades importantes, sin embargo el gran añadido que nos trae este Super Mario 3D World es la inclusión de un modo multijugador online donde podemos llevar al mundo ese aspecto cooperativo-competitivo que ya hemos probado en el salón de nuestra casa. En este modo puedes tanto crear una sala como unirte a la que haya creado alguien en otra parte, pero tienes que tener en cuenta que si lo haces de esta segunda forma no conservarás los progresos que hagas, puesto que ese privilegio se reserva para el creador de la sala. También han cambiado los minijuegos de Capitán Toad, que en esta ocasión permiten a los jugadores invitados participar de la acción.
Porque sí, el gran aliciente para repetir compra aquellos que ya hemos disfrutado de Super Mario 3D World hace unos años, es el añadido que completa el nombre del juego. Bowser's Fury es por si mismo un nuevo juego de Mario, que perfectamente se podría haber vendido de manera individual. Es cierto que es bastante más corto de lo que acostumbramos con las aventuras del fontanero. Es un contenido completamente nuevo que llega de regalo y sirve para completar un juego que ya de por sí era lo bastante redondo.
Bowser's Fury comparte las mecánicas de Super Mario 3D World, en parte. Contamos con los mismos trajes que podemos ver en el título principal, con la diferencia de que aquí podemos acumular hasta cinco trajes de cada uno de los cinco tipos para ponerle las cosas mucho más difíciles al papá de Bowsy. En lo que sí cambia de manera diametral es en el estilo de juego. Esta vez los niveles son completamente abiertos, mucho más en la línea más moderna de Super Mario Odissey, y nos permiten hacerlos, con algunas limitaciones, en el orden que queramos. Las limtaciones mencionadas es que algunas zonas no se desbloquean hasta recoger una determinada cantidad de un objeto, en este caso los soles felinos. Esta mecánica es ya una tradición en la serie y en este caso nos invita a repetir niveles que ya hemos hecho y a los que se les ha añadido algún cambio, hasta cinco veces por nivel. Los cambios pueden ser de lo más variado, aunque lo más normal es que cambie el tipo y la cantidad de enemigos o se incluyan bloques helicóptero que nos permitan llegar a zonas a las que antes no tuvimos acceso.
Hemos mencionado hace un momento a Bowsy, y no ha sido en vano. Al principio de la aventura, y sin querer destripar nada del contenido, este personaje se ofrecerá para ayudarnos, pudiendo seleccionar dos niveles de ayuda o si así lo preferimos prescindir de esta. Es una buena opción si vamos a jugar solos y no queremos complicaciones, pero sobre todo es un gran compañero para cuando jueguen los más pequeños de la casa.
Otra de las diferencias básicas de Bowser's Fury con cualquier otro juego de Mario es que Bowser puede aparecer en cualquier momento del juego, al más puro estilo Nemesis en Resident Evil, y obligándonos a apurar el nivel en cuanto veamos aparecer las primeras gotas de lluvia, que nos indican que el vitaminado y agrandado archienemigo de Mario está a punto de aparecer. Para expulsarle tenemos dos opciones. Acudir a una campana que hayamos desbloqueado con su correspondiente número de soles y así adquirir los poderes que nos permitan luchar contra él, o encontrar un sol felino que aleje a Bowser temporalmente y nos permita seguir con nuestra tarea.
La primera de las opciones es inevitable en un momento dado, y además es la que nos permite desbloquear nuevas zonas del juego. Los combates contra este enemigo no son los más duros que hemos visto en la serie, y sus sencillas y repetitivas mecánicas nos harán derrotarle con facilidad en cuanto nos hayamos aprendido sus tres ataques básicos. Si con sus apariciones aleatorias nos infundía algo de intranquilidad, lo cierto es que después de un par de enfrentamientos esa sensación desaparece y se convierte en quizá algo un tanto molesto si lo que queremos es explorar las islas con libertad.
No es que Super Mario 3D World + Bowser's Fury sea un gran juego, es que son dos. Cualquiera de los dos se podría haber vendido por separado, quizá el de Bowser a un precio menor, y ambos habrían alcanzado el top de ventas por méritos propios. Si tuviste ocasión de jugarlo en la maltratada Wii U, el añadido de Bowser es una excusa perfecta para volver a comprarlo. Si no tuviste oportunidad de hacerlo antes, ni te lo pienses porque estás ante uno de los mejores juegos de la saga. Después del sabor agridulce con el recopilatorio 3D All Stars, donde se reclamaba algo de contenido inédito, Nintendo se muestra así mismo el camino y nos trae un remake digno del año en el que celebramos el 35 aniversario de nuestro fontanero preferido.
Lo mejor:
Lo peor: