Hablar de Super Mario es hablar de historia de los videojuegos. Con la llegada del 35 aniversario del fontanero italiano más famoso de todos los tiempos Nintendo propone un recopilatorio para Switch en el que se incluyen tres de las obras más representativas de la saga y su vertiente en 3D: Super Mario 64, Sunshine y Galaxy. Sin embargo, All-Stars nos deja un sabor agridulce debido a que el producto que tenemos entre manos no ha sido retocado ni remasterizado, sino que se trata de un port directo sin apenas ajustes que lo suavicen y mejoren para poderlos disfrutar en pleno 2020. Eso sí, contamos con las tres BSO correspondientes de cada título a modo de añadido adicional para poder disfrutar de la música mítica que marcó no a una sino a tres generaciones.
Por otro lado, antes de sumergirnos en el análisis de esta colección, también debemos mencionar el movimiento poco comprensible por parte de Nintendo a la hora de limitar la producción de este pack hasta el próximo mes de marzo de 2021. Así ha sido confirmado oficialmente y a no ser que algo cambie en los próximos meses, por muchos millones de copias que consigan vender, los jugadores podrían quedarse sin su unidad en caso de que estas se terminen y dejen de producirlas.
Corría el año 1996. A mitad de los años 90, la industria del videojuego estaba en plena transición entre el 2D y el 3D y Mario era uno de esos personajes que iba a dar el salto de dimensión. Con Super Mario 64, originalmente destinado a Nintendo 64, se añadió una libertad nunca antes vista en la saga, que nos permitió observar grandes mundos escondidos en los cuadros del Castillo de Peach y revisitarlos hasta obtener todas las estrellas que esconden.
Con una gran dosis de originalidad presente en cada uno de sus niveles, rutas secretas con estrellas por conseguir, algún que otro exploit (que todavía se puede utilizar en la versión para Switch) y otros secretos, supuso toda una revolución a finales de los noventa. 24 años después sigue siendo toda una joya a pesar de disponer de unos controles algo ortopédicos que no han sido revisados para su llegada a la nueva consola de Nintendo. En este punto no pedimos que hubieran sustituido la versión original por la de Nintendo DS, pero sí nos hubiera gustado que incluyeran ambas para poder cambiar entre una y otra y poder disponer así de todas las mejoras y novedades que añadió el remake en cuestión.
Por este motivo, y debido a que el port que encontramos en Switch tan solo está disponible a resolución 4:3 y únicamente en inglés, creemos que es insuficiente. Es una obra maestra clásica y agradecemos poder disfrutarla una vez más, pero no está a la altura de las expectativas que los fans tenemos más de dos décadas después de su primera aparición. No pedimos un nuevo remake que se aleje de la esencia del original, pero ciertos ajustes y mejoras sí hubieran sido de agradecer para hacernos sentir que tenemos un diamante pulido entre manos y no una valiosa joya cubierta por una capa de polvo.
El verano ha terminado, pero con Super Mario Sunshine podemos darnos un chapuzón y vivir unas pequeñas vacaciones a través de la pantalla. Recordamos que pudimos ponernos a los mandos de esta veraniega aventura por primera vez en 2002, momento en el que la obra aterrizó en GameCube. Ya en su momento dividió la opinión de los aficionados entre aquellos que lo sitúan entre sus favoritos y otros que consideran que estuvo un peldaño por debajo del resto de títulos en 3D de la saga.
Bajo nuestro punto de vista, se trata de un título distinto y original, que incluyó diversos elementos innovadores como el artilugio llamado A.C.U.A.C. (la mochila propulsora/pistola de agua que acompaña al protagonista), a Bowsy como enemigo y la opción de montarnos en Yoshi. Recordamos también lo mucho que nos divertía en su momento el explorar la paradisíaca Isla Delfino gracias a la cantidad de acrobacias que puede realizar Mario y a la verticalidad que presentan, algo que sigue intacto hoy en día a pesar de arrastrar también una cámara algo imprecisa que puede fallarnos en un determinado salto importante o en un combate contra un jefe. Hablando de estos, siguen resultando algo repetitivos a la larga, debido al elevado número de soles totales que presenta la obra y al hecho de que sentimos que muchos de ellos son de relleno y no tan sorprendentes cómo sí son las estrellas de Super Mario 64.
En cuanto a su llegada a Switch en particular, tampoco notamos grandes cambios respecto a la versión original. Eso sí, en este caso la resolución aumenta hasta 16:9, por lo que las franjas negras desaparecen tanto en modo portátil como en dock conectado a la tele. De esta manera podemos disfrutar de esta obra clásica que, nos guste más o menos, forma parte de la historia y el gran legado del entrañable bigotudo y es un imprescindible que merece ser jugado.
El tercer título de esta colección nos invita a explorar la mismísima galaxia y a desdibujar los límites de nuestra imaginación para llevarla más allá. El original aterrizó en 2007 de forma exclusiva para Wii nos enamoró. Una obra maestra indiscutible que presentó algunos de los niveles y mundos más originales que ostenta la saga. Con opción para modo cooperativo (aunque este sea muy sencillo y tan solo permita al jugador 2 ayudar al primero de forma leve) y una banda sonora magistral que aún hoy en día nos pone los pelos de punta, no podemos más que recomendarlo.
De hecho, es el título de los tres que más retoques presenta en la versión actual de Switch. Cuando la colección fue anunciada nos preguntábamos cómo ajustarían el control por movimiento de los mandos de Wii, algo que ha sido trasladado con bastante acierto a los Joy-Con. No resulta tan cómodo como en la versión original, pero agradecemos la oportunidad de disfrutar de esta obra en modo portátil, a nuestro parecer, bien calibrado y cómodo en líneas generales.
Sin embargo, el hecho de no incorporar Super Mario Galaxy 2 en la colección ha sido un desacierto. Su secuela es imprescindible para comprender cuán bueno fue y es el primero, ya que cogió las bases del que tenemos entre manos y lo elevó a un nuevo nivel. Aun así, agradecemos el hecho de poder rememorar nuestras aventuras por el espacio con Galaxy en Switch y el hacerlo en una versión pulida y en alta definición que 64 y Sunshine se limitan a mirar desde el banquillo.
Super Mario 3D All-Stars es una colección imprescindible para todo fan de las aventuras del fontanero y aquellos que quieran descubrirlas por primera vez. Con Super Mario 64, Sunshine y Galaxy podremos rememorar tres clásicos del 3D de la franquicia de Nintendo, ahora en Switch. Sin embargo, nos quedamos con un sabor agridulce al comprobar que se trata de ports directos sin apenas retoques (tan solo en el caso de Galaxy es significativo y es el que menos los necesitaba).
Con All-Stars se ha perdido la oportunidad de brindar a los jugadores una colección de diez para celebrar los 35 años de Mario por todo lo alto. Sigue tratándose de todo un espectáculo que nadie debería perderse, pero nos quedamos mirando al cielo esperando ver algún fuego artificial extraordinario e innovador en lugar de toda aquella sucesión de explosiones que ya conocemos y amamos, pero a estas alturas no tienen capacidad de sorprendernos.