Análisis de Shadow Warrior 3: ninjas, gore y cintas de vídeo
La saga Shadow Warrior repite su estilo excesivo, gore y desenfadado con esta tercera entrega que llega a PC y consolas.
Un shooter que bebe de Doom o Serious Sam pero que añade la katana a su festival de sangre
Armas, katanas, monstruos aterradores y mucha pero mucha violencia son las bases de la franquicia Shadow Warrior, que recientemente ha recibido su tercer capítulo. Shadow Warrior 3, desarrollado por Flying Wild Hog y bajo el sello de Devolver Digital no quiere destacar como un triple A, tampoco desmarcarse como algo diferente sino simplemente ofrecer lo que mejor sabe. Acción, secuencias en las que hacer frente a un sinfín de enemigos y por otra parte permitir al jugador desconectar y descargar grandes dosis de adrenalina.
Hablando un poco más de la historia tras esta saga, Flying Wild Hog rescató Shadow Warrior hace unos cuantos años trayendo de vuelta la saga que fue creada por 3D Realms, quienes dieron vida entre otros al famoso Duke Nukem. Teniendo este precedente en mente ya sabemos a lo que nos enfrentamos, a un juego que ha sabido adaptarse con el paso del tiempo y que ha bebido de franquicias cuyas formulas han causado mucho impacto en la historia reciente. DOOM o Serious Sam son dos claros ejemplos que sin pretensiones introducen al usuario en una localización con un buen espacio para desplazarse, hacer frente a hordas de enemigos y con un eficiente arsenal de armas para acabar con todos ellos.
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Esto en sí fueron las bases que sentó Flying Wild Hog con Shadow Warrior 2 en 2016 y que llegó a las consolas de pasada generación y PC. Con los nuevos sistemas y los PC que cuentan con unas características mucho más avanzadas es el momento de conocer que nos ofrece esta tercera entrega que cierra su trilogía. Como ha sido habitual durante estos años, continúa innovando, pero al mismo tiempo fijándose en grandes del género de la acción para proporcionar acción desenfrenada y muchas carcajadas gracias a su protagonista y trama.
Un guerrero conocido por su habilidad y humor
Lo Wang, Wang para los amigos, es nuestro protagonista. Un famoso guerrero conocido por ser muy habilidoso tanto con las pistolas como su katana le han hecho labrarse un nombre en este mundo. Pero, algo ha ocurrido en el momento que lo vemos completamente derrotado por una deidad desconocida ha sido liberada por error. Como es lógico, continuando con la estética del lejano oriente, un dragón de grandes dimensiones campa a sus anchas y con muchas ganas de sembrar el caos. No todo está perdido ya que pronto se encontrará con Orochi Zilla, quien antiguamente fue uno de sus archienemigos y con el que ahora trabajará codo con codo. Eso sí, sin destripar la historia, no será la única cara conocida y no tienen por qué estar del lado de Wang.
Shadow Warrior 3 no es un juego que destaque por una historia profunda o llena de giros de guion que puedan dejarnos con la boca abierta. Sin hacer grandes alardes cumple y nos proporciona la excusa perfecta para introducirnos en los escenarios y disparar a todo ser viviente que se cruce en nuestro camino. Uno de los atractivos lo hallamos en algunos flashbacks que se integran en los primeros compases, que explican un poco cómo el protagonista ha llegado hasta esa situación. También se ha elaborado un juego que sea un capítulo independiente en argumento a los anteriores, pudiendo sumergirse fácilmente en la trama sin tener que haber disfrutado de los anteriores. Esto no será una desventaja, pero sí que podrían perderse algunas bromas y referencias a las otras entregas.
Ahora bien, Shadow Warrior 3 destaca por tener unas mecánicas fáciles de dominar y a las que cualquier jugador podrá tomar la medida en cuestión de minutos. Como hemos mencionado anteriormente, el frenetismo de los combates en los escenarios es su principal bondad, iniciando las fases en un punto y teniendo que llegar a otro concreto arrasando con todos los enemigos. Hay una gran variedad de seres a los que destrozar en su breve historia, muchos basados en la cultura asiática y luciendo como auténticos demonios. Estos incorporan patrones de movimientos variados a la hora de atacar, al igual que incorporar puntos débiles que descubren y que no consistirán únicamente en disparar continuamente.
Destroza todo lo que se cruce en tu camino
Para poder hacerles frente se tiene un limitado pero eficiente arsenal armamentístico, entre los que comenzaremos con pistolas que llevar a dos manos, rifles, escopetas y una auténtica katana. Esta última es uno de los principales atractivos ya que sirve para ahorrar munición en momentos concretos de la partida o ejecutar movimientos espectaculares cargados de violencia. Descargar grandes dosis de adrenalina a ritmo de disparo es la tónica predominante del juego, siguiendo una estructura de niveles lineal y con pocos caminos entre los que alternar, únicamente en momentos bastante puntuales. Realmente Shadow Warrior 3 y su desarrolladora saben el público al que quieren llegar y tampoco necesitan mucho más que realizar, secuencias en las que acabar con enemigos y desplazarse a mucha velocidad.
Los amantes de los shooter verán algunas mecánicas que simplifican el timing a la hora de recargar. Esta la hallamos en el momento en el que se cambie de un arma a otra, cargando su munición de forma automática y ahorrando mucho tiempo y vitalidad. La disposición de los enemigos, verte rodeado en cuestión de segundos e ir avanzando poco a poco entre hordas nos ha recordado mucho a DOOM pero sobre todo a la serie Serious Sam, donde habrá que estar pendiente de cada punto y zona para no recibir impactos por los cuatro costados. No todo serán enemigos y formas demoníacas con las que descargar tu ira, también encontramos algunas superficies que destrozar con granadas o o misiles. Otro punto muy divertido y gratificante son la presencia de trampas que colocar en lugares estratégicos para tender emboscadas.
Como es lógico, todas estas armas pueden ser mejoradas con el paso de las horas para obtener otras con más potencia y sobre todo eficacia. Granadas de todo tipo que congelan en cuestión de segundos, incendiarias o de luz complementan un arsenal que a pesar de no ser muy extenso proporciona la suficiente variedad. También se incorpora un garfio con el que colgarse por superficies e impulsarse para llegar a lugares más lejanos, una lástima que únicamente se utilice en estas secuencias ya que podría haber dado mucho juego en el campo de batalla. Estas fases de plataformas proporcionan algo de variedad, aunque desgraciadamente no se darán en muchos momentos de la aventura. A medida que se derrotan enemigos se irá cargando una barra con la que desatar un ataque especial.
Conseguida estética y escenarios que cumplen
En materia técnica hemos de decir que Flying Wild Hog ha puesto la carne en el asador para proporcionar una experiencia visual tanto realista como sangrienta. Durante la aventura, de una duración de alrededor de una media docena de horas, no ha tenido problemas de rendimiento importantes. Cumpliendo sobre todo en aquellas fases en las que se acumulan un gran número de enemigos dando como resultado una tasa de imágenes sin apenas resentirse. Por otra parte, los efectos de iluminación son realmente conseguidos, al igual que sus escenarios que a pesar de ser limitados y lineales proporcionan libertad para dar rienda suelta a este baño de sangre. Sus personajes y enemigos cuentan con mucha variedad y personalidad, destacando en muchas ocasiones por la extravagancia.
Su banda sonora explora ritmos e instrumentaciones asiáticos que a pesar de ser tópicas han sido reinterpretadas con la esencia de lo electrónico, haciendo que las descargas de adrenalina sean mucho más gratificantes. Llega a consolas y PC subtitulado al castellano y con doblaje al inglés, con un reparto bien elegido y unas interpretaciones correctas.
En definitiva…
Esto es todo lo que nos ofrece la tercera entrega de la famosa saga de Flying Wild Hog. Shadow Warrior 3 no ha optado por querer innovar en exceso o incluso destacar, más bien el estudio ha querido seguir yendo a la suyo y proporcionar una experiencia divertida, con dosis de humor y grandes descargar de adrenalina. Podemos achacar algunos errores en su ambición, sobre todo en no ampliar algo más el arsenal de armas o incluso haber proporcionado un poco más la duración de la aventura. Sea como fuere, es una aventura divertida, que apuesta con una formula sencilla y contentará mucho a los fans y aquellos que accedan por primera vez a la franquicia.
*Hemos realizado este análisis con un código de Shadow Warrior 3 para PS5 proporcionado por Cosmocover.