Análisis de Doom Eternal: ¡nos llevan los demonios!
La nueva entrega de Doom ya está disponible para PC, Xbox One, PS4 y Stadia
Llega con un modo multijugador asimétrico: Battlemode
Por fin está disponible Doom Eternal, la secuela de aquel reboot de 2016 que nos devolvió la famosa saga de shooters demoniacos al siglo XXI. Mientras el género va por otros derroteros, como los tiempos más pausados, el uso de coberturas y las tácticas más complejas, Doom Eternal nos vuelve a demostrar lo divertido de un shooter frenético, donde disparar, gestionar armas y munición, saltar y no estar nunca quieto es la clave para avanzar a través de sus peligrosos escenarios.
Tras su correspondiente retraso (su fecha de lanzamiento inicial era noviembre del pasado año) la secuela de Doom ya ha llegado. Doom Eternal continúa la historia del juego de 2016 y vuelve a meternos en las botas del Doom Slayer, para continuar con su lucha contra los demonios que han tomado la Tierra y que pretenden condenar a la raza humana a un verdadero infierno eterno. Hace unos meses os contamos nuestras impresiones finales, tras jugar a las cuatro primeras horas del título. Ahora, una vez hemos completado su campaña y disfrutado de sus modos multijugador, os contamos todo lo que ofrece esta nueva entrega de Doom.
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Vuelve el Doom Slayer
El Doom Slayer se encuentra en una base en órbita de la Tierra, la Fortaleza del Destino de los Centinelas, desde la cual hará sus incursiones en el devastado planeta para intentar detener a los demonios. Se trata de una base desde la que gestionaremos la aventura, abriremos los siguientes niveles jugables de la campaña, pero también servirá para mejorar nuestras armas o conseguir nuevas, entrenar nuestras habilidades en combate, disponer del armamento desbloqueado y de los objetos coleccionables, etc. Todo un centro de operaciones que podemos explorar y que servirá de nexo de unión toda la aventura.
Es cierto que, como en todas las entregas de Doom, la historia del juego es un aspecto secundario, sin la que se puede pasar perfectamente pero que, en este caso, si nos interesa, cuenta con un guion realmente profundo y detallado. Además de los detalles que conoceremos en las escasas cinemáticas de los niveles, una serie de pergaminos repartidos por todo el mapeado (se trata de uno de los objetos coleccionables) nos contarán muy detalladamente pedazos de la historia del juego, detalles de cada lugar y cada escenario, las características de cada demonio que aparece en el juego, etc. Todo lo que quieras saber del lore del juego lo tendrás a mano para leerlo en profundidad recolectando estos pergaminos.
Una vez metidos en faena, el juego nos recuerda mucho al título de hace cuatro años, aunque con escenarios mucho más abiertos, menos lineales que en aquel, pero donde tendremos de nuevo que combinar nuestra puntería y habilidad para esquivar golpes con las ejecuciones especiales, los ‘glory kills’. Esos golpes finales para eliminar enemigos que nos proporcionarán recursos, sobre todo salud para seguir en pie. Esas ejecuciones finales, se pueden combinar ahora también con el uso del lanzallamas (que nos proporcionará armadura) y la motosierra, que nos proporcionará munición. Y es que los recursos que aparecen ocultos por el mapa son escasos y hay que aprender a ‘fabricarlos’ eliminando demonios. Porque si hay un recurso ilimitado en el juego son precisamente eso, los demonios.
Esta generación y recogida de recursos es vital para pasar muchos de los desafíos del juego y, a veces, es la clave frustrante para quedar atascado en un punto. El frenetismo de los combates hace complicado estar pensando en qué necesito a cada momento. Suficiente tenemos a veces con quitarnos esa jauría de demonios de encima como podemos, como para estar pensando en qué armas usar o cómo eliminar a cada uno de ellos para que nos suelte los recursos que necesitamos.
Habilidades y plataformas
Cada una de las 13 misiones de la campaña principal de Doom Eternal, combinan espacios abiertos, pasillos oscuros, enormes fortalezas y localizaciones de todo tipo (a veces muy abiertas y otras veces con una disposición más vertical). En todas ellas tendremos oleadas de demonios que superar para seguir avanzando. Cada una de estas escaramuzas cerradas tendrán su dificultad y su número y variedad de demonios, lo que determinará nuestra estrategia y, una vez superadas, nos darán acceso al resto del nivel y nos proporcionarán mejoras para nuestras armas. Las misiones también han añadido momentos más 'plataformeros', y es que ahora el Doom Slayer cuenta con habilidades como el doble salto, una ráfaga que lo hace avanzar más rápido, puede agarrarse a las paredes para trepar y alcanzar puntos más altos, balancearse en algunas barras para dar un salto aún mayor, etc.
Además de ir obteniendo habilidades para movernos mejor por las tortuosas fases de plataformas (a veces suponen un dolor en el juego) nuestro Doom Slayer irá obteniendo mejoras para el combate en forma de nuevas armas, modificaciones de las armas, puntos de arma que nos permite añadir mejoras para cada una de esas armas, las Runas (que nos permite desbloquear y equipar hasta 3 potenciadores a la vez), Fichas del traje de Pretor (que añade mejoras a nuestra armadura) y Cristales de Centinela (para aumentar la salud, la armadura y la munición). Parece un sistema complejo de mejoras, pero en realidad es bastante lógico y automático e irá mejorando a nuestro Doom Slayer, permitiéndonos elegir las habilidades más adecuadas a nuestro modo de juego favorito.
Completar las 13 misiones puede llevarnos unas 20 horas de juego, dependiendo de la dificultad elegida y de lo mucho que nos guste explorar y buscar todos los extras y secretos ocultos. Aunque explorar todas las opciones de la Fortaleza del Destino y rejugar los niveles para completarlos al 100% (tanto en objetivos como en objetos coleccionables) puede hacer que ese número de horas se incremente exponencialmente. Lugo, claro está, puedes volver a jugar la aventura en niveles de dificultad más altos: la locura de enfrentarte a los Niveles Maestros (unos modos que se desbloquean cuando completas la aventura una vez y que mezcla las clases de demonios de una forma muy loca) siempre es un aliciente para los jugadores más experimentados.
Además, repartidos por los 13 niveles, hay un buen número de desafíos opcionales, que puedes completar si quieres unos cuantos minutos más de acción y que, de completarlos, te otorgarán un buen número de recompensas (sobre todo puntos de arma). Además, el juego está plagado de secretos para encontrar, como los pergaminos de la historia, las mejoras y botines escondidos, y los objetos coleccionables, entre los que destacan los juguetes de demonios (peluches adorables de cada uno de los terroríficos demonios del juego) y los disquetes de trucos. Estos disquetes no permiten desbloquear los códigos de trucos, que podremos utilizar en ese mismo nivel una vez completado. Así, podemos rejugarlo con ayudas extras como munición infinita, etc.
Battlemode: un Slayer contra dos demonios
Battlemode es el modo multijugador de Doom Eternal, un original modo online asimétrico que enfrenta a un jugador, que controla al Doom Slayer, contra dos jugadores que controlan a dos demonios. En el caso del dúo de demonios, se puede elegir manejar a un Arch-vile, un Mancubus, un Acechador, un Elemental del Dolor y un Revenant. Battlemode cuenta con un completo tutorial para aprender a manejar a cada uno de estos demonios, con sus armas y habilidades propias.
Pero, además de las propias armas y habilidades de cada demonio, estos pueden invocar a otros demonios del juego y colocarlos sobre el mapa para que ataquen al Doom Slayer, creando escaramuzas plagadas de demonios que les pondrán muy difícil a este superar la partida. Pero, pese a lo que pueda parecer, las partidas están bastante bien balanceadas y el Doom Slayer también cuenta con habilidades y trucos propios que le permiten enfrentarse a la fuerza de los dos demonios y todos sus esbirros con garantías.
Las partidas de Battlemode se juegan a tres rondas, que acaban con la muerte del Doom Slayer o la de los dos Demonios. Tras cada ronda, los tres jugadores pueden desbloquear una habilidad para su personaje, y esto va añadiendo ingredientes interesantes a cada partida. El resultado es un modo multijugador muy divertido, con un sistema de logros y puntos de experiencia que hace crecer nuestro perfil que y que nos va ofreciendo recompensas en forma de cosméticos.
En definitiva...
En general, Doom Eternal es un gigante del género shooter que no defraudará a casi nadie, a pesar de lo enrevesado de su sistema de recursos y el escaso carisma y poca exigencia de algunos de sus jefes finales. El juego ofrece muchas horas de diversión y retos y extra para casi todos los jugadores, desde los menos expertos en el género hasta los mas osados. Y a nivel técnico estamos ante una maravilla que deja la actual generación de consolas en un nivel muy alto, esperando a las nuevas consolas. Su banda sonora es una maravilla, tan ‘heavy’ como el resto del juego.