Análisis de Serious Sam 4: esto ya es personal
Vuelve la acción desenfrenada del shooter de Croteam protagonizado por Sam Stone
Esta vez las batallas llegan acompañadas de una historia muy trabajada
Sam Stone, más conocido como Sam ‘El serio’ o Serious Sam, es un personaje que ha conseguido meterse en el corazoncito de los amantes de los FPS. Una vez caído en desgracia (y casi en el olvido) el bueno de Duke Nukem, solo un tipo como Serious Sam puede acercarse a su leyenda y mantener encendida la llama de los héroes de acción musculosos, malhablados y exterminadores de alienígenas con mucho estilo.
Ya hace 19 años que el pequeño estudio de desarrollo croata Croteam lanzó al mercado la primera entrega de Serious Sam, un shooter loco y desenfadado que nos presentaba a Sam, el típico héroe de acción de una película de serie B, que tiene que viajar al antiguo Egipto para salvar al mundo de una invasión de alienígenas hostiles. Eso sí, lo hacía con una ingente cantidad de armas y arsenal de lo más variado y explosivo. La sencillez de la propuesta y su excelente factura lo convirtieron en un shooter muy popular entre los jugadores de PC. Después, sus diferentes entregas han tenido también exitosas versiones para videoconsola.
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Pero la gente de Croteam se ha guardado muchas sorpresas para la cuarta entrega de la saga. Serious Sam 4 llega hoy a Stadia y PC y lo hace con las acostumbradas dosis de acción frenética, cientos de enemigos de todos los tamaños posibles en pantalla, una fabulosa factura técnica, un depurado gameplay que encantará a los fans de los FPS más puros y un sentido del humor muy poco refinado y hasta grotesco. Pero, además, en esta ocasión llega acompañado de una trabajada historia llena de giros, peculiares personajes secundarios y coloridos enemigos. Y esto sí que es una novedad para Serious Sam.
Un guion de peli de Serie B, pero con clase
Si algo caracterizaba a las entregas de Serious Sam, como ha pasado con muchos otros shooters del estilo, era la ausencia de una historia trabajada. O, para ser más exactos, la poca o nula importancia que se le daba a esa historia. No se puede decir que los primeros juegos no tuvieran guion o una historia detrás, pero esta era lo de menos y sólo servía de excusa para lanzarse a los diferentes niveles para hacer explotar cabezas de enemigos. Bastaba con lanzar el contexto tipo “Serious Sam debe viajar al Antiguo Egipto para impedir una invasión alienígena”, para que todo funcionara y no necesitásemos más datos.
Pero con esta cuarta entrega sus desarrolladores han querido llegar más allá o “hacerlo mejor” en sus propias palabras. No menosprecian el trabajo realizado en las anteriores entregas en este sentido y el juego no va a perder ni una pizca de su encanto como shooter frenético y excesivo, pero si que han querido darle una historia trabajada y coherente, para profundizar más en el personaje de Sam y en el de los personajes que le rodean. Y ya os avanzamos que esta decisión ha sido todo un acierto.
La historia de este Serious Sam 4 nos lleva a los acontecimientos previos al título original, por lo que se trata de una ambiciosa precuela de la saga. La humanidad está sitiada por las hordas extraterrestres de Mental, que se han extendido por todo el planeta, devastando lo que queda de la civilización. Pero todavía queda una última línea de defensa, un puñado de soldados de élite inadaptados conocidos como la Fuerza de Defensa Terrestre, compuesta por el bueno de Sam "Serious" Stone y una camarilla de extraños personajes.
Con la Tierra prácticamente conquistada, sólo queda una medida desesperada para intentar derrotar a las fuerzas alienígenas: conseguir un arma legendaria para acabar con ellos. Y esa arma no es otra que el Arca de la Alianza que menciona la Biblia y que, según las escrituras sagradas, era capaz de aniquilar ejércitos enteros. Para ello, Sam y el resto del equipo se dirigen a Roma, ya que las pistas sobre el paradero del Arca parecen estar encerradas en la Biblioteca Vaticana.
Con esta historia de fondo, el equipo tendrá que viajar a diferentes localizaciones fantásticamente recreadas (las calles de Roma, el Vaticano, la ciudad de Pompeya junto al Vesubio, etc.) para intentar lograr una serie de objetivos que los lleven al paradero de la preciada arma sagrada que, tal vez, les permita repeler la invasión. Pero claro, la Tierra está plagada de alienígenas de todo tipo, y cada nivel será un desafío que nos enfrentará a hordas de enemigos cada vez más poderosos, y más numerosos.
La historia del juego es como el guion de una película de Serie B, pero realizada con mucho gusto y mucho sentido del humor, una historia que le viene al pelo al carácter de Sam. Y lo mejor de la historia son los personajes secundarios, un puñado de locos soldados que acompañan a Sam y que son sus verdaderos amigos, lo que hará que nuestro héroe deba preocuparse por ellos (en muchas ocasiones nos acompañan en la acción). Así, mucho más que en entregas anteriores aquí la motivación de Sam es personal, más allá de querer reventar alienígenas para intentar salvar el mundo. Los giros, conversaciones y relaciones con los personajes secundarios le dan un plus a esta divertida historia.
Enfrentamientos de proporciones bíblicas
Pero más allá de una divertida y elaborada historia, con la llegada de un buen puñado de personajes secundarios, Serious Sam 4 es un FPS frenético y excesivo que repite la fórmula de la saga, con interesantes mejoras y añadidos. Por supuesto, espera encontrarte con niveles cargados de enemigos delirantes, cada vez más fuertes, grandes y extraños. Y para enfrentarlos, pues tendremos a nuestra disposición una colección de armas bastante decente, hasta 15 distintas, que van desde las típicas ametralladoras y escopetas recortadas a los lanza-misiles y demás armas alienígenas super-vitaminadas.
Los diferentes niveles, de enormes dimensiones, están plagados de espacios abiertos gigantescos, marca de la casa, que se llenan de cientos de enemigos de todas clases que llegan desde todos los lados a la vez. Pero en esta entrega también hay momentos con partes de los mapas más estrechas, con intrincadas calles, pasadizos estrechos y algunos edificios con diferentes plantas que podremos explorar o utilizar para escapar de los numerosos enemigos que nos persiguen.
Los combates de Serious Sam 4 están a la altura de la saga, son inagotables y divertidos y se van rellenando de capas y capas de dificultad creciente, con nuevos enemigos cada vez más variados, más grandes, más peligrosos y que atacan de una forma nueva, sorprendente y desesperante. Para enfrentar este desafío, hay que elegir bien el arma que llevamos entre manos y asegurarnos de recoger recursos en todo momento: munición, armadura y, sobre todo, salud. Y por supuesto, hacernos con nuevas armas para equipar y piezas para mejorarlas (en esta entrega podemos ir añadiendo mejoras a las armas que nos dan nuevas maneras de usarlas).
Además de las armas, también podemos llevar equipados una serie de gadgets que nos ofrecerán ayudas de todo tipo y que podemos desplegar en los momentos más críticos del juego. Hay gadgets de varios tipos y nos permiten ayudas como hacer que el tiempo se ralentice, que aumente nuestra salud o aumente el daño de nuestras armas, etc. Tanto las armas como los gadgets son fácilmente seleccionables gracias a un nuevo menú en forma de rueda al que podemos acceder en medio de la batalla.
Y además de todo esto, Sam también cuenta con un completo árbol de habilidades que podremos ir mejorando gastando puntos de habilidad. Estos puntos de habilidad los conseguiremos encontrando artefactos alienígenas que se encuentran repartidos por los diferentes niveles. El científico del grupo nos avisará por radio de la presencia de esto artefactos y marcará su ubicación. En nuestra mano está si queremos arriesgar nuestra vida y aparcar un momento el objetivo principal de la misión para obtener estos artefactos. Pero la recompensa, compensa.
Pero encontrar estos artefactos no serán los únicos objetivos secundarios que se nos pueden presentar en las misiones. Los niveles son muy extensos y lleva mucho tiempo completarlos y, además, encontraremos en ellos muchos objetos que nos darán acceso a objetivos secundarios, con sus propias narrativas y protagonistas. Se nos marcarán así en el mapa y en nuestra mano está si queremos completarlos o no. Lo mejor es intentar cumplirlos, porque esto hace que la duración de los niveles se incremente exponencialmente y, además, siempre nos reportará sustanciosas recompensas.
Tú contra el mundo
Hay un montón de combates distintos en cada uno de los niveles de Serious Sam 4, y eso es por el fantástico diseño de niveles y la variedad de enemigos y situaciones que sus desarrolladores han conseguido coreografiar. Pero uno de los elementos más característicos son las luchas contra hordas enormes de enemigos que nos sobrepasarán de todas las maneras posibles. Este es el ‘Sistema Legión’ que ha implementado el equipo de Croteam y que permite al juego mover a miles de enemigos a la vez y lanzarlos contra nosotros.
Una vez que hemos aprendido cómo reaccionan unos cuantos enemigos y hemos aprendido cómo enfrentarlos, normalmente encontraremos espacios abiertos en los que llegarán en manadas interminables como si hubiera una fábrica de alienígenas a plena producción, y desde todos los flancos. Aquí, todo lo que hayamos aprendido para enfrentarlos nos será útil, utilizando el arma precisa para cada uno de ellos, las armas explosivas que llevemos con nosotros, los gadgets para ayudarnos en momentos críticos, pero sobre todo, tendremos que aprender a no dejar de movernos.
Aquí el truco suele estar en no dejar de girar para controlar todos los flancos y, en muchas ocasiones, retroceder a localizaciones más cerradas, anteriores en el nivel, donde podamos parapetarnos y enfrentar a los enemigos uno por uno. Aquí viene bien utilizar el botón de melé que nos permite eliminar rápidamente a un enemigo que se nos ha echado encima. Otro truco con el que cuenta Sam es el de subirnos al lomo de los enemigos más grandes, una vacilada que nos permite sacar partido en la batalla incordiando al monstruo desde lo alto de su cabeza.
Las luchas contra hordas son muy estresantes pero muy satisfactorias cuando conseguimos que el último alienígena en pie muerda el polvo. La calma que queda tras la tempestad es una auténtica pasada y nos permite recuperar el aliento y recolectar recursos para mejorar nuestra maltrecha salud y rellenar las reservas de munición. Y es mejor prepararse porque momentos después estaremos ante otra horda o, peor aún, ante algún enemigo final gigantesco. Estos últimos son épicos y a la altura de lo que siempre nos ha ofrecido la saga. Y para enfrentarnos a ellos, a veces contamos con herramientas extras como el ‘Papa Móvil’, un mecha que tomamos prestado de la colección particular del Pontífice, del tamaño de un edificio que pilotaremos para enfrentarnos a enemigos más grandes que un edificio.
En definitiva…
Serious Sam 4 continúa, esta vez con una precuela, el espíritu de la saga y vuelve a poner el acento en sus puntos fuertes, con combates frenéticos y delirantes contra hordas de enemigos cada vez más poderosos y, sobre todo, numerosos. No quiere inventar la rueda sino volver a hacer bien lo que ha hecho famosa a la saga. Y esta vez ha mejorado la fórmula, con grandes niveles, posibilidades de combate y, sobre todo, el Sistema Legión que genera las hordas y las divertidas y variadas batallas contra jefes finales. Y, además de la entretenida y desafiante campaña para un jugador, puedes jugar todos los niveles del juego en modo cooperativo con hasta 4 jugadores online. Y esto es muy recomendable.
Además, en esta ambiciosa precuela sus desarrolladores han apostado por dotar al juego de una trabajada historia, cargada de momentos épicos y personajes secundarios inolvidables. Aquí hay una historia detrás de las aventuras de Sam el Serio y esto se agradece. Además, la historia sigue cargada del sentido del humor típico de Serious Sam, con diálogos groseros y comentarios ingeniosos tras cada ejecución. La única pega es que los diálogos solo están disponibles en inglés. Pero siempre puedes activar los subtítulos en nuestro idioma para no perderte ningún chiste malo del bueno de Sam Stone.