Death Stranding es un juego muy especial. El primer proyecto de Hideo Kojima fuera de Konami y legos de Metal Gear no dejó a nadie indiferente en su lanzamiento en 2019. Es un título enorme, que despierta sentimientos encontrados, entre una comunidad de apasionados y otra de detractores. Pero ya te encuentres en uno u otro grupo, todo el mundo coincide en que se tratas de una obra única, que quedará siempre en la historia de este mundillo. Aquí puedes leer nuestro análisis de Death Stranding cuando salió en 2019.
Ahora llega una edición especial, renovada, con el manoseado subtítulo de ‘Director’s Cut’ que no sabemos si es muy adecuado, para su aterrizaje en PlayStation 5. Además de las obligadas mejoras técnicas, el juego llega con algunos añadidos que afectan a su experiencia, a su jugabilidad y a otros detalles. Vamos a centrarnos en repasar todas ellas y ver si ha cambiado mucho el juego en este trance:
Muchos títulos llegan con versiones algo mejoradas para lucir mejor en la nueva generación de videoconsolas, pero otros títulos llegan con versiones mucho más trabajadas, para brillar, aun más, en las nuevas consolas. Esperábamos un ejemplo de lo segundo en el caso de Death Stranding y Kojima Productions no nos ha defraudado. Si el juego ya era una maravilla a nivel técnico en PS4, su salto a PS5 merece la pena, y mucho.
Este es un argumento que puede hacer que muchos nuevos jugadores, que no tuvieron ocasión de probar la experiencia en la generación anterior, se adentren en el mundo de Death Stranding como si un juego nuevo se tratara. Y por cómo luce su apartado gráfico y sonoro pude pasar por ello, perfectamente. Otra opción es recuperar en tu nueva PS5 tu antigua partida de PS4. Eso te permitirá volver al juego donde lo dejaste o volver a pasártelo, pero con las recompensas de tu partida guardada.
Por supuesto, las opciones gráficas propias de PS5 pueden disfrutarse en esta versión definitiva del juego. Podemos elegir entre las opciones gráficas que priman el rendimiento, con 60 fps estables, o las que nos dan una mayor resolución, que lleva el juego a los 4K y lo hacen compatible con HDR. Cualquiera de ellas te harán disfrutar de una experiencia mejorada de los gráficos, ya de por sí alucinantes, de Death Stranding.
Pero el juego también añade mejoras relacionadas con el DualSense de PS5, llevando a sus sensaciones hápticas toda la experiencia que vemos en pantalla. Estas opciones del mando de PS5 nos siguen sorprendiendo con cada título compatible. Aquí podemos sentir las pisadas de los BT acercándose a nosotros, el rozar de la hierba alta en nuestros dedos cuando la atravesamos o incluso las gotas de lluvia del declive cayendo sobre nosotros. Además, el uso de la tecnología Tempest de audio añade una capa más de inmersión.
Esta nueva versión definitiva de Death Stranding trae muchas variaciones, muchos añadidos y, aunque se trate de pequeños ajustes, pequeñas nuevas misiones, pequeños encargos o variaciones narrativas, todos ellos juntos consiguen que la experiencia se siente realmente distinta. Algunas de ellas son los nuevos encargos de Sam, que nos dan más chicha para recorrer este vasto mundo repleto de peligros.
Y las nuevas misiones nos darán acceso a nuevas recompensas. Esos artilugios y herramientas que pueden ayudar a la hora de planificar nuestros viajes o de escapar de situaciones peliagudas por el mapeado. Entre los nuevos juguetes, destacan el Maser Gun, un arma que dispara rayos aturdidores que deja K.O. a los enemigos sin eliminarlos, el Buddy Bot, un útil exoesqueleto de apoyo que rebaja en mucho el peso de la carga (y que es capaz de transportar de manera automática al propio Sam de un punto a otro del mapa), una catapulta para disparar carga a varios kilómetros de distancia, unas rampas que permiten saltar grandes distancias o los puentes Chiral, unos puentes de fuerza que se pueden construir a grandes alturas y sirven para salvar enormes depresiones de terreno.
Podemos decir que los nuevos juguetes hacen algo más fácil el juego, comparado con la experiencia de pasarlo sin ellos. este ha sido un aspecto muy criticado por parte de la comunidad cuando se dio a conocer. Pero es lo que tiene un sistema de recompensas en una edición especial o un añadido de un videojuego y nosotros tenemos que decir que hemos disfrutado de las ventajas que otorgan estos nuevos gadgets. Una vez que te has dejado la piel en este mundo tan hostil ideado por la perturbada mente de Kojima tantas veces, un poquito de ayuda no viene mal.
Y a esto se suma el polémico estabilizador, una herramienta que hace que Sam estabilice la carga de forma automática sin necesidad de ir pulsando L2 y R2 para no caer con la inestabilidad del terreno o las corrientes de los ríos. El que escribe lo ha estado utilizando todo el rato y, ¡oye, qué gustazo!.
Las nuevas misiones que aparecen en el juego también amplían, ligeramente, algunas líneas narrativas. Sobre todo, en el caso de algunos personajes, lo que nos lleva a conocerlos un poco mejor. Pero, a grandes rasgos, estas extensiones de las narrativas no varían en casi nada la historia general del juego, que continúa inalterable.
Otro gran añadido es el apartado social del juego, en el que Death Stranding ahora potencia los eventos a través de rankings en línea, donde el más llamativo es su circuito de carreras (que no es más que un añadido divertido de un par de circuitos que puede desbloquear una interesante recompensa).
Puede que a muchos les parezca que los añadidos de esta 'versión definitiva' hayan cambiado la esencia de Death Stranding, pero yo realmente no lo creo. Las nuevas ayudas, mejoras, gadgets y recompensas que están al alcance de la mano del jugador enriquecen la experiencia, la hacen distinta pero, tal vez, más equilibrada que antes (cuando puede que a muchos jugadores se les hicieran algunas fases un poco cuesta arriba). En general, creo sinceramente que el juego ha ganado enteros con los añadidos (que en ningún caso, lo cambian de manera radical).
Eso sí, hay que añadir que, una vez hemos vuelto a Death Stradning después de todo lo que hemos vivido en este año y medio de pandemia, el juego y la visión que quería transmitir Kojima con él han cobrado un significado completamente nuevo. Evidentemente, no somos los mismos que jugamos al juego en 2019 y nuestra forma de ver el mundo tampoco lo es. Death Stranding ha cambiado, pero hemos cambiado más nosotros y el mensaje que siempre estuvo encerrado en este extraño e hipnótico videojuego tiene más fuerza que nunca.