Análisis de Blackwind: mechas y tiros a dos sticks

  • Blackwind es un 'twin stick shooter' con mechas como protagonistas

  • Disparos, balas por todas partes y habilidades para dominar con nuestro robot gigante

Muchos son los géneros que podemos encontrar día a día en los videojuegos. De eso no nos cabe la menor duda, pero pocos habrán oído escuchar de los "twin stick shooters". Como bien indica su propio término, este se impuso con la llegada de mandos con dos palancas al más puro estilo DualShock, teniendo una para dirigir al personaje y la segunda para dirigir los disparos al lugar que elijamos.

Muchos seréis unos expertos en la materia mientras que otros desconoceréis los juegos más conocidos, pero no os preocupéis que os refrescamos la memoria. Uno de los más interesantes fue Assault Android Cactus, una divertida experiencia con la que descargar grandes dosis de adrenalina junto a un simpático elenco de personajes. No debemos olvidar de nuestra lista a Helldivers de Arrowhead Game Studios, acción con posibilidad de cooperación dentro de un entorno futurista y distópico. Enter the Gungeon, que quiso además jugar con el estilo roguelike y siendo otra apuesta muy divertida y diferente. Cerramos esta sencilla lista con Darksiders Genesis, que muchos conoceréis como el spin-off de la famosa saga y que estableció las bases del género dentro de su amplio universo.

Como habéis visto, a pesar de no ser un estilo de juego que se estile demasiado, sí que tiene títulos que han causado mucho impacto en la industria independiente. Hoy os hablaremos de Blackwind, que llega de la mano de Drakkar Dev, y en formato físico bajo el sello de Meridiem Games a nuestro país ofreciendo estas mismas ideas junto con otras innovaciones, como la resolución de sencillos puzles mientras arrasamos a base de disparos a todos los enemigos que se crucen en nuestro camino.

Battle Frame: una herramienta de combate

Pero, en primer lugar, ¿de qué trata Blackwind? Su argumento nos centra en el papel de James Hawkins, el cual cuenta con un arma muy poderosa en forma de aventura y esqueleto robótico denominado como Battle Frame. Fue construido en su momento y se encuentra en una fase experimental, por lo que James será el que lo probará al mismo tiempo que se enfrenta con las fuerzas de Raknos. Estos habitan el planeta Medusa-42 y atacan a colonias mineras humanas, en las cuales se encontraba el padre de James y que por desgracia ha desaparecido sin dejar ni rastro. Es el momento de aventurarse a golpe de disparos, derrotar a estos enemigos y saber más sobre el paradero de su padre. ¿Lo conseguirá?

Como es habitual en el género, no podemos exigir demasiado a Blackwind y su trama argumental. Esta sirve de un pequeño nexo para comenzar a dar disparos a diestro y siniestro por un motivo. El personaje de James Hawkins es excesivamente plano y no proporciona mucho más que su exoesqueleto. No localizamos un exceso carisma en él, al igual que sus bromas que se tornan demasiado tópicas y rebuscadas. Menos es más en cuanto al desarrollo de un personaje y creemos que Drakkar Dev ha querido transmitirnos algo parecido a lo visto con Valerian, protagonista de Valerian y la ciudad de los mil planetas, pero se torna en ocasiones algo cargante.

Ahora bien, situémonos en lo importante: el combate. Si por algo destaca Blackwind es por lo sencillo que es de manejar, pero lo difícil de dominar, dando niveles y secuencias que exigirán el máximo del jugador. Sus controles destacan por lo intuitivo que son, utilizando el stick izquierdo para desplazarse por los mapeados y con el derecho dirigir los disparos. Los botones también proporcionan muchas acciones más, como disparar, bloquear ataques e incluso correr para reducir al máximo el daño recibido por el enemigo. Las acciones para atacar al contrario no destacan por ser excesivamente variadas, pero cumplen. Tenemos unos rayos láser y blaster que dirigir con el stick y que acabarán contra todo lo que se cruce a su paso.

Variedad de habilidades

Por otra parte, contamos con ataques cuerpo a cuerpo con las que doblegar a enemigos algo más débiles al igual que golpearlos en el suelo y evitar que se levanten. Otro punto a tener en cuenta son sus habilidades para saltar y planear al igual que el BlackMode, un aumento de la potencia durante unos segundos y que vuelve a James prácticamente invencible. Derrotar hordas de alienígenas y sus mejoras son algo más que gratificante, sobre todo gracias a la intuitivo que es y si lo disfrutar con otro jugador en cooperativo. Este punto está bastante bien dado que ambos personajes se mantienen eficientemente en la pantalla y gracias a lo sencillo de sus controles lo hacen prácticamente accesible a cualquier tipo de usuario. A esto sumaremos unos pequeños puzles y acertijos que resolver, de una dificultad bastante reducida, así como algunos coleccionables que ir encontrando en los mapeados y que fomentan la exploración.

Ahora bien, centrémonos en algo que desluce y mucho la experiencia de juego. La campaña está completamente desequilibrada, teniendo fases que prácticamente serán un paseo y otras que costarán sangre, sudor y lágrimas pasar. En ocasiones los objetivos son demasiado exigentes y pasando de una dificultad muy sencilla a otra extremadamente difícil, así como algunos diseños de escenarios que no ayudan a moverse con toda la libertad que desearíamos. A esto, sumamos momentos puntuales en los que los controles no terminan de responder correctamente, al igual que bugs y errores técnicos que acabarán desquiciando.

Resultón en lo técnico

En lo visual hay que destacar lo pulido de todo el conjunto. Ha sido desarrollado con el motor Unity y este cuenta con un rendimiento de 60 frames por segundo a grandes resoluciones. No sufre ningún tipo de ralentización, algo muy meritorio por la cantidad de elementos que surgen por la pantalla al mismo tiempo como lo son innumerables disparos y proyectiles, animaciones realistas de enemigos y todos los efectos técnicos. Todo esto se produce en un lapso muy pequeño de tiempo y no se resiente en cuanto el rendimiento técnico. Los efectos de partículas son realistas al igual que los escenarios y entornos, con la suficiente variedad para no aburrir y fomentar la exploración para buscar objetos escondidos. Temas electrónicos y diálogos en inglés cierran la parte sonora.

En definitiva…

Blackwind es un juego entretenido y sobre todo desestresante. Grandes dosis de acción en un twin stick shooter clásico, sin pretensiones y proporcionando mucha acción. Su argumento carece de interés y no es lo que busca el juego, que quiere centrarse en el combate y todas sus características y habilidades. Es muy variado en cuanto a enfrentamientos y enemigos, además de ofrecer una buena duración y rejugabilidad.

*Hemos realizado este análisis con un código de Blackwind para PS5 proporcionado por Meridiem Games.