Crysis es una de los shooters más exitosos de los videojuegos. La saga de Crytek y Saber Interactive fue capaz de encandilar a multitud de jugadores debido a su acción frenética, su libertad a la hora de enfrentarse a los problemas y, sobre todo, a sus 'graficotes'. Si, no se les puede llamar de otra manera que no sean graficotes, cuando en 2007 salió el primer Crysis sus requisitos técnicos eran tan demenciales que el resultado solo se podía catalogar de esa manera. Evidentemente han pasado 12 años desde entonces y esos graficotes se han quedado atrás, aunque no demasiado.
Con esta versión Remastered, de toda la saga exceptuando el juego independiente Crysis Warhead, Crytek ha querido relanzar su saga shooter más exitosa adaptada a los nuevos tiempos. Aunque lo suyo hubiera sido un remake completo, del 1 al menos, este remozado gráfico que añade prácticamente todo lo que se ha desarrollado a nivel gráfico en esta última década, es suficiente para dejarlo en un listón alto. Nosotros hemos podido comprobar los cambios en la versión de PC, pero también está disponible en PS4/5, Xbox One y X|S, además de Nintendo Switch.
La importancia de recalcar los gráficos en esta saga es por la predominancia que hace Crytek en este aspecto en todos sus juegos, de hecho es lo único que se puede rescatar de algunos de ellos como el Batman romano en algunos sitios llamado Ryse: Son of Rome. De hecho esta versión Remastered de la trilogía de juegos de Crysis gira en torno a llevar al máximo su propio potencial, y su motor gráfico, para que se vea que incluso 14 años más tarde sigue siendo una burrada en ese aspecto. Los añadidos son muchos, prácticamente añaden todas las siglas y nombres raros que oís continuamente cuando hablan de los gráficos en los juegos de esta generación, que si el Raytracing, el DLSS y demás nomenclatura técnica que viene a resumir que las luces hacen cosas y se le pueden distinguir las ojeras a kilómetros.
Dicho esto hay que decir que un juego de 2007 da para lo que da, por muchos parches que le pongas al motor el núcleo sigue siendo el mismo -si no que se lo digan a Bethesda, campeones en este rollo-. Se nota tanto en la versión Remastered del 1 como del 2, si bien han podido mejorar la iluminación y eso hace muchísimo por el entorno y la definición de los paisajes, además de mejorar la nitidez de las armas o las explosiones. Si nos fijamos en los detalles, empiezan a salir polígonos y texturas que rechinan. Es algo normal, mejorar la iluminación, las luces y las sombras, estirar al máximo el chicle de lo que da un motor antiguo da el pego, como cuando viene tu madre de visita y limpias el día antes, desde luego el primer vistazo lo vas a superar...hasta que le dé por usar el ojo de madre... La tercera entrega escapa bastante mejor, siendo de 2013 sus 8 años llevan mejor la vejez y actualizar su desempeño en máquinas más potentes da mejores frutos.
El resto de apartados son exactamente iguales a como eran anteriormente, de hecho es uno de los puntales de haber sido una versión remasterizada y no un remake completo. De esta forma la esencia y el gameplay seguirán siendo exactamente iguales, sin riesgo de que volver a rehacerlo modifique la experiencia jugable. Aunque se puede estar de acuerdo en este punto, es cierto que las mejoras que la propia entrega hizo a lo largo de los tres juegos son lo suficientemente interesantes, logrando una jugabilidad verdaderamente frenética y libre, que no aprovechar este momento para aprender y usar esos conocimientos para mejorar aún más la experiencia de los tres títulos deja una sensación de desperdicio. Algo así como si sacaran una nueva versión de Mass Effect 1 y no aprovecharan para adaptarlo a la tercera entrega con una acción mucho más satisfactoria.
En lo narrativo es igual, también, cosa que no es mala en lo absoluto, simplemente no vas a redescubrir la pólvora si ya los has jugado anteriormente. Para los que lleguen nuevos van a revivirlo tal cual eso sí, con sus sorpresas y giros inesperados, y algún que otro gritito de sorpresa ante la tremenda ida de olla que se plantea. Porque otra cosa no pero esta saga en lo narrativo va de ser lo más épico posible y de intentar molar lo máximo, también es verdad que vamos con un exotraje que poco le falta para tener la función de barbacoas, por lo que es muy normal que todo gire en torno a lo chulo que somos. Aunque es verdad que la mayoría de estas situaciones se dan en la segunda y la tercera entrega de Crysis, donde las idas de olla se suceden sin que llegue a dar tiempo de nada. La primera es más sobria en ese sentido y destaca por cómo va escalando de algo más o menos creíble a una situación que te impide dejar la silla.
Aunque volver a la pregunta de si nuestro PC podrá tirar Crysis podría ser tentador, lo cierto es que no va a ser tan duro como la primera vez. Es cierto que los cambios en la iluminación pueden acarrear algún problema si lo queremos jugar con todo al máximo en dispositivos más humildes, pero en general no va a hacer falta una 3090 para sacarle el máximo partido a esta saga remasterizada - no lo decimos por casualidad, recomiendan una de esas para usar el Raytracing y demás movidas, pero ya hemos dicho que a esta gente les gusta exagerar y ser épicos-. Lo que esperamos es que sean capaces de arreglar algunos bugs incómodos y algunos problemas de rendimiento que hemos tenido en estos días previos al lanzamiento, particularmente en el segundo título que donde a veces se notaban algunos bajones leves de fps.
Está versión remasterizada de la saga Crysis es ambiciosa en lo gráfico pero desde la comodidad de no moverse del sitio. Pudiendo haber tomado algo más de tiempo y esfuerzo para relanzar su saga en la nueva generación, con gráficos que volvieran a hacer temblar los cimientos de este nuestro medio y una jugabilidad que aprendiera de su propio recorrido para hacer un shooter táctico y con múltiples opciones, han tomado la vía más corta tirando por lo seguro. Eso sí, usando todas las herramientas a su disposición para lograr rejuvenecer unos cuantos años a esta saga tan querida por muchos y que seguro llama la atención de algunos jugones nuevos.