La famosa cantante de vocaloid, Hatsune Miku, aterriza de nuevo en nuestras Nintendo Switch con una nueva entrega de “Project DIVA”, la saga que nació a manos de SEGA en 2009 para PSP y que a lo largo de los años ha ido sumando más y más entregas que han llegado principalmente a las consolas de Sony. A partir de este 15 de mayo podremos darle la bienvenida en nuestras consolas híbridas a una entrega que reúne más de 100 canciones de la idol entre las que encontramos algunas ya conocidas y otras que llegan con esta nueva versión “Megamix”.
En un inicio empezaremos el juego con 83 canciones y podremos desbloquear el resto si pasamos por caja y compramos cada uno de los packs disponibles por 6,99€, una decisión algo cuestionable debido a que el título ya llega a precio completo. Aun así, esa cifra inicial es más que decente para adentrarnos en el mundo del frenético ritmo de las canciones vocaloid que presenta Hatsune Miku: Project DIVA Megamix. Si ya hemos jugado a otras entregas de la franquicia no nos costará pillarle el truco a esta nueva versión, pero en caso de necesitar un tutorial podremos acceder a él cuando iniciemos el juego y en todo momento a través del menú principal.
Sobre el papel la jugabilidad del título no tiene mayor complejidad que la de pulsar los botones adecuados cuando estos salen en la pantalla. Para empezar, en el Modo Arcade son los siguientes: A, B, Y, X y las flechas de dirección izquierda y derecha (o bien R/L). El ritmo de cada una de las canciones marcará si debemos pulsarlos solo una vez o bien mantenerlos pulsados para conseguir más puntos.
En función de lo bien que clavemos la nota en su respectivo margen obtendremos una calificación que cambia entre “Cool”, “Good”, “Safe”, “Bad” o “Miss” (es decir: genial, bien, seguro, mal o fallo). Además, se suma la dificultad de perder vida cada vez que fallamos, algo que puede hacer que la canción termine de forma repentina si el número de errores acumulado es demasiado elevado.
Por supuesto, realizar combos de toques acertados sin fallar sumará una cadena que nos dará más puntos y nos ayudará a llenar la barra hasta el punto en el que podamos completar cada una de las canciones con éxito. No es necesario clavar el 100% de las notas, al menos en los modos más sencillos de dificultad, y por ello conseguiremos superar una fase aunque tan solo consigamos un 46% de las notas correctas, por ejemplo. Al completarla nos aparecerá una lista detallada con porcentajes que marcan cuantas notas hemos logrado con cada tipo de calificación para que podamos comprobar qué tal nos ha salido.
Nuestra puntuación quedará grabada y se establecerá un nuevo récord, que podremos tratar de superar siempre que queramos para mejorar nuestras calificaciones globales o retar a nuestros amigos a que lo intenten. Gracias a esto, el título nos invita a rejugar las canciones para llegar hasta el complicado punto de dominar sus mecánicas y ritmos, algo que no está al alcance de todos los jugadores.
Más allá de este modo Arcade, la obra de SEGA cuenta con un “Mix Mode” que tan solo podremos jugar si contamos con una Nintendo Switch normal y por ello joy-con desacoplables e individuales. Este modo secundario comparte la lista de canciones con el principal y es algo más sencillo de manejar, ya que a pesar de tener que mover los joy-con para llegar hasta los lugares específicos de la pantalla en los que aparece la barra, tan solo debemos pulsar dos botones.
Los distintos modos de dificultad de este Mix Mode recaen principalmente en la longitud que presenta la barra, mientras que en el Arcade aparecerán combinaciones de teclas mucho más enrevesadas si nos atrevemos a probar el modo difícil, extremo o “extra extremo”. Estos dos últimos se desbloquearán si superamos la canción específica en los niveles anteriores y tan solo son aptos para los jugadores más hábiles en los juegos de ritmo.
El considerado “tercer modo” de juego de Hatsune Miku: Project DIVA Megamix nos permite crear nuestras propias playlists para añadir todas aquellas canciones que queramos y jugarlas del tirón. Con esto nos aseguramos de personalizar al detalle las listas con nuestros temas favoritos y así lograr una mayor comodidad para acceder a ellas en lugar de perdernos en el largo menú de canciones totales.
Esta personalización se extiende a los protagonistas del juego, los vocaloids, a quienes podemos vestir con las prendas que prefiramos y así modificar sus atuendos, estilos de peinado y accesorios. La obra de SEGA también nos permite sacar nuestro lado creativo a relucir con un editor de camisetas algo sencillo pero efectivo y que nos recuerda a los que encontramos en títulos como Animal Crossing: New Horizons.
Con este detalle los desarrolladores se encargan de dejar en las manos de cada jugador la decisión estética del aspecto de los protagonistas en cada una de las canciones para que cambien en los diversos videoclips y se ajusten todavía mejor al estilo que presenta cada uno de ellos. Por ejemplo, en una canción como “Black Rock Shooter” podemos vestir a Miku con un traje más oscuro mientras que en “Cat Food” la podemos complementar con unas orejas de gato para que vaya más acorde con el espíritu del tema musical.
Gráficamente el título es todo un espectáculo de luces y colores. Cientos de efectos especiales aparecen en pantalla mientras tratamos de acertar el máximo número de notas posible. Por un lado, estos videoclips variados y cuidados al detalle nos harán sentir inmersos en la intro de un épico anime, pero por otro pueden dificultar la tarea base que propone el juego: vislumbrar correctamente las notas que aparecen en pantalla y hay que pulsar a tiempo.
Este es uno de los principales motivos por los que el título no es apto para todo tipo de jugadores. En nuestro caso nos costó acostumbrarnos al ritmo frenético de las canciones y tras jugar unas 5 seguidas sentimos un ligero mareo y tuvimos que descansar. Por supuesto, se trata de algo que no ocurre a todos los jugadores y algunos pueden estar horas y horas sin ningún tipo de problema. Aun así, aquellos usuarios que puedan sufrir ataques epilépticos o hayan tenido algún episodio derivado anteriormente deberían ir con especial cuidado si deciden darle una oportunidad a Hatsune Miku: Project DIVA Megamix.
Técnicamente el juego aguanta bien y funciona de forma fluida, algo esencial en este tipo de propuestas de ritmo donde la precisión es uno de los pilares más importantes. No encontramos bugs ni problemas más allá de algunos aspectos que podrían recibir una mejora. Un ejemplo de ello es la letra considerablemente pequeña que encontramos en los menús y en las pantallas de las canciones, algo que afecta especialmente al modo de juego en portátil. Además, el título no llega traducido al español, por lo que los jugadores que no dominen el inglés pueden encontrarse con una pequeña barrera.
Por último, y como es obvio, en lo sonoro destaca especialmente por presentar un gran número de canciones distintas. Si bien sentimos que muchas de ellas se asemejan entre ellas, es algo normal debido a que se engloban dentro del mismo estilo vocaloid. Aun así, encontramos algunas pistas más instrumentales y estilo rock, otras mucho más electrónicas, baladas algo más lentas y, en definitiva, diversas variaciones de temas de distinto tipo. Cada uno de ellos va acompañado por un videoclip diferente, por lo que descubrirlos todos es un añadido de valor adicional al juego.
Hatsune Miku: Project DIVA Megamix es un título que aprovecha las funcionalidades especiales de la plataforma en la que aterriza, Nintendo Switch, especialmente en el caso del Modo Mix, que nos pide usar los joy-con desacoplados. Ya sea en modo portátil o en la TV, a partir de este 15 de mayo tendremos un nuevo juego de ritmo de la idol digital Hatsune Mikuidol que contiene decenas de canciones distintas y horas y horas de diversión.
Los amantes del género disfrutarán con esta nueva entrega y los recién llegados a los títulos de ritmo deberán acostumbrarse primero al frenetismo de las canciones que presenta, ya que podrían sufrir ligeros mareos en caso de no estar habituados. A pesar de que creemos que podrían haber añadido más modos de juego y variaciones, el dominar cada una de las pistas musicales nos llevará tiempo y, sumado al incremento en los niveles de dificultad que podemos añadir, se asegura una rejugabilidad a lo largo del tiempo hasta que consigamos convertirnos en estrellas a los mandos del género vocaloid.