Gran parte del catálogo de la Super Famicon se quedó en Japón y no pudimos jugarlo en Occidente. Es el caso de Seiken Densetsu 3, un JRPG que llegó en 1995 y supuso una gran revolución dentro del género. El pasado 2019 pudimos introducirnos por primera vez a la saga con Collection of Mana, para Nintendo Switch y ha sido ahora cuando hemos recibido un remake que actualiza a la generación actual tanto el apartado gráfico y técnico como la jugabilidad de Trials of Mana. Os explicamos todos los detalles que han sido mejorados y ampliados a continuación, en nuestro análisis del título que ya se encuentra disponible en PC, PS4 y Switch.
El argumento de Trials of Mana es bastante sencillo y previsible. Somos un grupo de héroes y heroínas que deben empezar una aventura para conseguir salvar al mundo y restaurar la energía vital del Árbol de Mana, además de evitar que los villanos y el “Señor Oscuro” logren completar sus malvados planes. Para emprender este viaje, lo primero que debemos hacer es escoger a nuestro trío de protagonistas entre seis opciones disponibles: Durán, Ángela, Kevin, Charlotte, Lis y Falco.
En función de quién sea el protagonista y sus acompañantes viviremos una historia ligeramente diferente, ya que habrá cambios importantes en diversos puntos de la trama y sobre todo en su desenlace. Nuestro antagonista principal también será diferente (entre el Mago Carmesí, Necrobufón o Belladonna), por lo que la obra gana un punto en rejugabilidad al presentar tres rutas principales bastante marcadas que podemos emprender una vez que completemos la primera vuelta de la historia y se nos presente la opción de la Nueva Partida +. Ésta nos permite empezar de nuevo el juego desde el mismo archivo de guardado y conservando diversos ítems y atributos clave.
El diseño de los personajes ha sido totalmente actualizado a la generación actual, con un estilo colorido y detallado que, sumado al aspecto de los escenarios y localizaciones que visitaremos, eleva la calidad del remake en su cómputo global. Aun así, hemos de mencionar que se nota que tenemos en manos un título de 1995 debido a que los diseños de los personajes femeninos están demasiado sexualizados y todas van ligeras de ropa, algo que no ocurre con los protagonistas y villanos masculinos. Es comprensible, ya que es un título nipón de mediados de los 90, pero ya que se trata de un remake podrían haber puesto algo más de esfuerzo en adaptarse al respeto que estamos intentando conseguir en la actualidad.
La forma en la que jugamos a Trials of Mana también cambiará en función de los protagonistas que escojamos. Algunos se centran en el ataque cuerpo a cuerpo, otros prefieren el uso de armas como espadas o dagas duales, mientras que otras son hechiceras que usan magia a distancia y hechizos. Lo ideal es probar los distintos personajes para averiguar cuáles casan mejor con nuestro estilo de juego de cara a formar un equipo equilibrado y preparado para hacer frente a cualquier amenaza.
La perspectiva cenital del título original ha cambiado para presentarnos una vista en 3D en la que controlamos a nuestro personaje en tercera persona. Esta idea, sumada al añadido del salto como mecánica, aporta mucha más verticalidad a los escenarios y nos permite explorar las distintas ciudades, mazmorras y zonas abiertas que visitemos de forma más dinámica y efectiva. Gracias a esto, la progresión a través de las distintas áreas del gran mapamundi en el que se sitúa la aventura será interesante y nos permitirá descubrir territorios muy distintos con biomas, climas y habitantes muy variados. Aun así, siempre sentiremos que nos llevan de la mano y que el camino a seguir está demasiado encasillado y guiado, debido a las estrellas que nos marcan en el mapa el siguiente punto de misión y a que las mazmorras son sencillas y no cuentan con caminos alternativos ni puzles complejos para avanzar.
En lo que tampoco hay demasiada variedad es en los enemigos sencillos contra los que nos enfrentemos. Hay algunos que cambian en función de la zona en la que estemos, pero la gran mayoría se repetirán una y otra vez con diferentes colores y tipos de ataque. Si queremos dominar el juego y que no se nos haga cuesta arriba (en lo que a dificultad se refiere) tendremos que farmear durante toda la aventura y dedicar gran parte de las 20 horas (aproximadamente) que dura el juego a luchar una y otra vez contra los enemigos mediante nuestros ataques cuerpo a cuerpo, magias a distancia y habilidades especiales de cada personaje (que podemos ejecutar cuando se cargue la barra de TC, al vencer a diversos enemigos y recoger los orbes azules que sueltan).
Al tratarse de un JRPG no podían faltar la progresión de nuestros protagonistas mediante entrenamiento, árboles de habilidades, atributos especiales y más. Podremos mejorarlos a medida que subamos de nivel y obtengamos puntos, con los que incrementar los atributos de Constitución, Fuerza, Suerte, Sabiduría e Inteligencia y con ello obtener habilidades y mejoras en la VIT, Defensa y demás.
Por otro lado, uno de los aspectos que regresa del título clásico es el de poder cambiar de clase. Esta función quedará desbloqueada al alcanzar el nivel 18 y en el 38 (además de muy avanzados en el juego, hacia la poderosa Clase 4). Con ello conseguiremos dirigir a nuestro personaje hacia una rama u otra para aprender nuevas técnicas de clase, hechizos y habilidades, además de mejorar todos sus atributos de golpe, algo muy necesario sobre todo en el tramo final de la aventura.
Uno de los aspectos más destacados del remake es la gran variedad que encontramos en los jefes finales, sus diseños, ataques y formas de vencerlos. A lo largo de la aventura nos tendremos que enfrentar a muchos de ellos, incluidos los ocho benevodones, unas criaturas muy poderosas ante las que podremos llegar una vez que desbloqueemos el viaje rápido aéreo con la ayuda del dragón Flammie.
Tal y como hemos mencionado antes, es importante que dediquemos tiempo a subir de nivel a nuestros personajes y farmear experiencia, ya que en nuestro caso tratamos de avanzar rápidamente a través de la aventura y la curva de dificultad creció hasta un nivel bastante notable. Además, el combate no es un “machaca-botones”, sino que requerirá desarrollar una estrategia y cambiar constantemente entre nuestros tres personajes para así poder desplegar todas sus habilidades y vencer a los enemigos de la forma más eficaz posible.
Además de todo lo mencionado, en el remake de Trials of Mana se han añadido otros detalles como los 50 Cactolillos coleccionables. Es algo tedioso el hacernos con todos ellos, pero nos aportarán una serie de ventajas jugables como el tener descuentos en las tiendas, obtener el doble de experiencia en algunos combates y demás. Por otro lado, tenemos disponible un Epílogo del cual no podemos entrar en detalles para evitar destripes, pero sí podemos mencionar que incluye una nueva capa de profundidad para alargar el título y amplía su argumento unas 3-5 horas. En este tiempo podremos conocer más detalles interesantes de nuestros protagonistas, por lo que merece la pena llegar hasta ahí con tal de conocerlo todo.
Gráficamente el título es sencillo pero cumple su papel. El problema está en lo técnico, ya que jugando en una PS4 normal los ventiladores alcanzaban velocidades demasiado elevadas y esto producía un ruido ensordecedor en determinadas escenas como en cinemáticas. Dado que el título en general es muy sencillo y no debería exigir tanto a la consola, creemos que se debe a una mala optimización pero desconocemos si ocurre algo similar en las versiones de PC y Nintendo Switch.
En cuanto a otros errores técnicos que podrían mejorar con la llegada de futuros parches, debemos mencionar unas pantallas de carga excesivas y algunos bugs que nos encontramos al jugar, como una ocasión en la que uno de nuestros personajes quedó paralizado y no podía entrar en combate ni realizar ninguna acción hasta que salimos del área en la que estábamos y avanzamos hasta la siguiente, “obligando” al juego a resetear los modelos de los personajes.
La banda sonora de Trials of Mana nos ofrece distintas opciones para que en cualquier momento podamos escoger entre la versión clásica, la remezclada o la del remake. Cualquiera de ellas es una gran opción para disfrutar de esta mágica aventura y hacernos sentir más inmersos en la acción. Encontramos una gran variedad de temas que cambian en función del territorio en el que nos encontremos y de un doblaje al japonés o al inglés con el cual otorgar algo de vida a unos personajes con unas animaciones bastante simplonas.
Trials of Mana no supone la revolución que fue en su día al llegar en pleno 2020, momento en el que hemos sumado a la lista de JRPG imprescindibles muchos títulos de una calidad excelente. Aun así, supone una gran oportunidad para revivir un clásico de 1995 que fue difícil disfrutar en su momento. Lo podemos hacer de la mejor forma posible, ya que a pesar de presentar diversos errores y carencias, el remake que tenemos entre manos es recomendable para todo aquel o aquella que quiera embarcarse en una gran aventura mágica.
*Este análisis se ha realizado gracias a un código de review para PS4 proporcinado por Koch Media