Risto Mejide comenzaba la entrevista a Edmundo Arrocet tocando un tema que aún hoy, después de tantos años, sigue haciendo llorar al humorista: su padre. El cómico chileno vivió una durísima infancia a causa de un padre tremendamente severo que le maltrataba de manera sistemática.
Hasta tal punto llegó el trato que Edmundo recibía por parte de su padre, que el chileno abandonó la casa familiar con tan solo 12 años. Arrocet ha relatado los momentos de pánico que vivió durante los años que estuvo al lado de su padre:
“Para que no castigaran a mis hermanos me echaba la culpa yo, así que para mi padre siempre yo era el culpable de todo, mi padre me pegaba mucho, yo le tenía miedo, era llegar mi papá y se me apretaba el estómago”.
Cuando no pudo más, Edmundo se armó de valor y dejó su casa siendo solo un niño y lo cierto es que el relato de su marcha pone los pelos de punta:
“Me fui con 12 años y no volví nunca más, yo tenía 12 años pero parecía mayor, los pelitos que tenía en el bigote me los teñía con el fósforo de una cerilla (…) Estuve una semana durmiendo en la calle, junto a una incineradora”.
Edmundo decidió con el paso de los años sacar una lectura positiva de lo vivido y, con lágrimas en los ojos, le contaba a Risto Mejide lo que le dijo a su padre cuando estaba frente a su tumba: “Papá, te tengo que agradecer porque gracias a ti no soy como tú fuiste con mi familia y mis hijos”.