El 'boom' de los mayordomos de lujo con la llegada de turistas VIP: ''Tenemos que ver, oír, callar y ejecutar''

La llegada de turistas premium a España ha provocado el 'boom' de los mayordomos de lujo y su demanda se ha disparado en los mejores hoteles del país. Para cubrir dicha demanda, se han llegado a fundar escuelas que enseñan a sus alumnos a satisfacer los requerimientos de los clientes VIP.

Tras salir a la luz esta noticia, 'Todo es mentira' ha conectado en directo con Gerard Dalmau, mayordomo de lujo, quien nos explica todo sobre ese mundillo no tan conocido hasta ahora y nos revela todo lo que tienen que hacer los mayordomos por sus clientes.

''Los mayordomos de lujo lo que hacemos es anticiparnos a las necesidades de cada cliente. Entre otras cosas, lo que tenemos que hacer es ver, oír, callar y sobre todo ejecutar, hacer que nuestros clientes se sientan contentos y cumplamos con sus expectativas'', comienza explicando.

Gerard da a conocer los tipos de mayordomos que existen: ''Están los mayordomos de hotel, que están el tiempo que esté el cliente en el hotel. Hay otros que están de servicios en casas, villas, yates y cruceros y luego hay servicios de mayordomo que se hacen puntualmente. El abanico es bastante grande en este sentido cuando hablamos de trabajo''.

Por otro lado, revela algunas de las cosas más raras que le han sucedido en su trabajo: ''Hay millones de cosas, desde pedirte una botella de vino especial a las cuatro de la mañana, a pedirte que 'nos queremos ir a París a cenar necesitamos un vuelo privado' o 'necesitamos conseguir un barco especial', cuando hablamos de este nivel se buscan cosas muy específicas, tienen que tener el yate mejor que su amigo, entonces tienes que buscarte la vida''.

Gerard ha explicado que lo que más les vale en este mundo es tener una ''buena agenda'' e indica que ''hay que moverse de una manera rápida y discreta''. Además, da a conocer que el servicio no es barato y revela el por qué: ''Con lo que hacemos, pensad que tampoco tenemos horario, nos comemos mucha vida privada nuestra y eso tiene un precio''.