Los turistas de Comillas se han quejado a las autoridades de los ruidos y olores propios del campo. Estas críticas se han visto ya en varios pueblos en los que los foráneos que van a pasar unos días al pueblo no están cómodos con el olor a abono, con las vacas o con el ruido de las campanas. ‘Todo es mentira’ ha llamado a Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, para preguntarle su opinión y él ha arrancado con una declaración de intenciones: “Yo soy más de campo que las amapolas”.
Revilla cree que esas quejas provienen de una minoría: “Hay gente para todo. Esto no son Las Vegas. Si van a poblaciones como la que yo nací lo normal es que se encuentren con las vacas, las ovejas y las cabras. El que venga a Cantabria a un pueblo ya sabe lo que se va a encontrar”.
Además, el presidente cántabro ha dado unas ideas a los padres que vayan con sus hijos a entornos rurales para que aprovechen el viaje y sus comentarios han desatado las risas de los colaboradores de ‘Todo es mentira’: “Yo si fuera un señor de Madrid que lleve a los niños, cuando salga y vea una vaca frisona con unas tetas grandes y pregunten qué llevan esas vacas colgadas le diría: ‘De esas tetas sale la mejor leche del mundo. De ahí salen los sobaos, las quesadas, los quesos y el yogur, ¿te parece poco?”
Revilla ha contado que para él los olores del campo son muy importantes y que los echa mucho de menos cuando se va de viaje fuera de Cantabria: “Cada uno tiene sus olores, habrá gente que estará pensando en el Chanel 25 o en el 14. Para mí, un olor de mi vida es entrar en una fábrica de anchoas y oler a salazón. Para algunos es desagradable, a mí me excita”.