Chesc tiene 23 años, pero parece que tiene mucho menos edad. Le da mucha importancia a tener una vida sensata, cuidarse y vigilar su salud. Tiene una sociedad desde la que gestiona una página web para vender entradas de eventos y discotecas. Además, invierte en bolsa. El presentador de ‘First Dates’ se ha sorprendido con su productividad y él le ha explicado que cuando murió su padre “murió conmigo” se dio cuenta de que tenía que espabilar.
El joven le ha contado que hace cuatros años estaba con su padre haciendo senderismo en la montaña cuando de repente, le dijo “Cesc, me voy a morir”. Él le dijo que, si se encontraba mal que dieran la vuelta, pero a los cinco minutos se cayó al suelo y murió de un ataque al corazón fulminante.
En el amor, le ha contado a Carlos Sobera que había tenido una relación de un año que se terminó por la distancia. Le gustaría que su cita sea una chica a la que le guste viajar e ir a la montaña porque las discotecas no van mucho con él. Un plan de campo que comparte con Lázaro, otro soltero del programa.
Sandra, su cita, se ha presentado como una joven de 18 años que ha llegado a estar al borde de la muerte porque llegó a pesar muy poquito “tenía las pulsaciones a cuarenta y pocas, no me iba el corazón y me ingresaron de urgencia”. Al verla, Cesc se ha llevado una alegría porque ha visto a una chica muy mona y muy de su rollo. Ella sin embargo, ha sentido que Cesc se parecía mucho a su primo por el pelo y no le ha gustado su estatura “me ha echado para atrás”.
Tras pedir la cena, Cesc ha sido sincero y le ha dicho que estaba encantado de conocerla porque no era fácil de conocer a chicas que no fumaran ni bebieran. Han hablado de sus estudios y Cesc le ha explicado que era emprendedor. Un detalle que a Sandra más que impresionarla, le ha asustado “a los 20 años te estás perdiendo la época de salir y disfrutar”. El joven también le ha contado que sus relaciones se habían roto porque a él no le gusta salir y Sandra se ha asustado un poquito más “me ha acojonado”.
Cesc es mucho de viajar y al saber que su cita había viajado por Europa, le ha contado que él había viajado mucho y que había tenido una segunda residencia en Suiza. Eso sí, no es de vivir en una gran ciudad y ha coincidido con Sandra en que son más de montaña. La joven le ha confesado que tiene fobia a los peces y que cuando está en el agua, está todo el rato mirando.
El soltero ha querido saber si a Sandra le había pasado algo fuerte en la vida y ella le ha contado que era “TCA, Trastorno de la conducta alimenticia” y que lo había pasado bastante mal. Le ha llegado a confesar que había estado a punto de morir y él no ha reaccionado. Sandra se ha quedado muy sorprendida y ha sentido que a Cesc le faltaba conversación “hemos vivido momentos incómodos, no me ha gustado”.
Ya desde polos opuestos, Sandra ha intentado ser cordial y ha querido saber dónde le gustaría viajar a Cesc. El soltero le ha dicho que quería volver a ir a Nueva York, pero acompañado de alguien especial. El ambiente era muy frío y Sandra se estaba aburriendo. El joven ha querido invitarla a cenar y ella no le ha dicho que no.
En el momento de la decisión final, Cesc le ha dicho que le gustaría repetir la cita porque le había encantado su carácter “es el tipo de persona con la que me gustaría compartir la vida”. Ella sin embargo, le ha dicho que no repetiría porque le había faltado comunicación, risas y “que las conversaciones fueran más fluidas”.