Carlos Sobera recibía a Víctor, auxiliar sociosanitario y cantante de 21 años, en nuestro restaurante de 'First Dates', el que al conocer a nuestro presentador le decía algo: "Tío, estás más 'bonico' en persona que en la tele". "Oye, nunca me habían dicho 'bonico', me gusta, suena bien", reaccionaba este.
Víctor se presentaba como cantante: "Canto música urbana, las personas mayores todos los días me piden que cante. Soy figura pública en Almería, pero no he podido salir de la provincia, estoy viendo cómo me las busco". El que iba a tener una cita con África, monitora infantil de 21 años, la que tiene la música como algo muy importante en su vida: "Mi padre es Dj".
Ambos se daban una muy buena impresión y comenzaban a conocerse, contándose cosas de su vida en la barra de nuestro restaurante y, llegaba el momento de ir hasta la mesa para compartir una cena juntos.
Cuando este le contaba a su cita que "es figura pública en Almería", ella reaccionaba ante nuestras cámaras: "Yo no me lo creo, pero si él dice que sí..." Y Víctor no dudaba en cantarle una de sus canciones en medio de la cena, aunque no convencía del todo a África: "No es un estilo que me guste".
Llegaba el momento en el que hablaban del amor. "Parejas estables he tenido dos, primero una chica y el último un chico, son buenas personas los dos, así que no me puedo quejar". Y este le explicaba que nunca ha tenido nada tan serio como para presentárselo a su familia. Y cuando le decía que "no hay número" de las chicas con las que ha estado, como sus confesiones más íntimas, ella no se creía nada: "¿Pero esto es real?".
Lo que no se esperaba África es que, además de este cantarle en la mesa, iba a hacer una actuación sorpresa ante todos en el restaurante mientras ella le observaba sentada: "No me lo esperaba, pero yo le veo futuro en realidad".
Y tocaba tomar la decisión final. "A mi pareja le tiene que gustar tanto el techno como a mí, ahí chocaríamos juntos", decía ella, lo que terminaba en una lluvia de zascas entre ellos, para terminar decidiendo que no querían una segunda cita: "Yo soy más de vocalizar".