Ni la espada más afilada podría romper la gran tensión que se ha generado entre Merys y Nacho nada más verse en ‘First Dates’. Una gran tirantez entre la pareja desde el primer minuto desde que se han cruzado sus miradas que ha tenido su culmen en la decisión final donde han saltado chispas.
Merys no se cortaba ni disimulaba y, nada más ver a Nacho entrar por la puerta del restaurante, sentenciaba: “¡Madre mía! ¿Qué me trajeron, un butano? No me gusta gordo. A Carlos Sobera le voy a dar una paliza”.
La decepción de Merys era tal que Nacho no tardó en darse cuenta: “He estado en muchas guerras, he perdido muchas batallas, pero es que esta está perdida desde ya”
“Te noto un poco sería”, le decía el en plena cena. Y es que la comensal no paró de criticar a cita durante toda la cenar, todo le parecía mal, pero sobre todo se centraba en el físico: “Tampoco hay que comer mucho, que uno se pone gordo”. Y luego, ante las cámaras, seguí erre que erre: “No debería comer tanto porque está demasiado gordo”.
Tensión e indirectas durante toda la velada que terminó en una de las decisiones finales más tensas. “Por la cara que ha puesto al verme, no le ha faltado mucho para irse”, admitía él antes de la decisión última.
“No tendría una segunda cita con Nacho porque no me gusta, no es mi tipo… mi tipo es una persona más delgada, flaco, más esbelto, más alto… nada, es muy gordo para mí”, zanjaba ella.
Al escucharla, Nacho terminó estallando: “Solamente tengo que añadir una cosa… has hecho un juicio de valor, y no estoy de acuerdo. Puedo tener algún kilo de más, pero eso no tiene que ver nada. Los enfoques en la vida hay que hacerlos de otra manera muy diferente, no hay que entrar en el tema estético… porque, además, los dos estamos de muy buen ver y aquí he terminado”.