Mari Ángeles acude al restaurante del amor de ‘First Dates’ con muchas ganas de conocer al soltero con la que le han emparejado. Y no solo eso, sino que también quería ver en persona a Carlos Sobera. “Cuántas ganas tenía de conocerte”, cuenta la soltera al presentador. Es una sanitaria jubilada de Barcelona a la que nunca le ha llamado la atención salir de discotecas ni ligar.
Nada más sentarse a la barra del restaurante, la soltera le cuenta a Carlos Sobera que ella se considera “muy diferente” con respecto al resto de personas porque le encanta la “libertad, la independencia”. “Yo vivo totalmente el presente. Yo he dejado una carta escrita en casa por si no regreso… El AVE se puede descarrilar… mil cosas”, asegura Mari Ángeles al programa.
Sobre el tipo de hombre ideal, Mari Ángeles quiere enamorarse de una persona que tenga “uniformes” porque la última pareja que tuvo era un “madero” y, a partir de ahí, le cogió especial cariño por los uniformes.
Carlos Sobera, en cuanto escucha todo lo que necesita para que Mari Ángeles se enamore perdidamente de un hombre, se dirige a las puertas del restaurante para dar la bienvenida a Antonio, quien será la cita de la sanitaria jubilada a la que le encantan los uniformes. Además, viene por segunda vez al restaurante del amor tras no haber tenido una buena experiencia en su anterior cena.
Mari Ángeles, en cuanto ve al soltero y le cuenta que fue guardia urbano, comienza a bromear con él: “¡Cuantas multas me habéis puesto!”. Sin embargo, mientras siguen manteniendo una conversación en la barra del restaurante, parece que Antonio se ha llevado un segundo chasco al asegurar a las cámaras que no le ha gustado su cita: “No es mi estilo. Y su forma de expresarse tampoco me ha gustado mucho”.
Carlos Sobera los interrumpe momentáneamente para dirigirles a su mesa, donde dará comienzo a la cita y donde los solteros tendrán todo el tiempo del mundo para conocerse aún más y, quien sabe, cambiar sus opiniones y ver si triunfa el amor.