La carcajada de Leila al descubrir que su cita de 'First Dates' menciona al "cañón" como la zona más erógena de su cuerpo

Leila es la siguiente soltera que se embarca al restaurante del amor de ‘First Dates’ con la esperanza de encontrar a un chico con el que se pueda enamorar y vivir unas experiencias únicas e increíbles. Es una bailarina guatemalteca que vive en Madrid y que se considera muy “tranquila, sonriente, agradable y le gusta escuchar a las personas”.

La soltera, una vez que se sienta a la barra del restaurante, cuenta a Carlos Sobera que vino a España para trabajar e intentar cumplir sus sueños como bailarina. “Empecé cuando tenía dieciocho años a bailar. La danza es mi pasión y siempre quise hacerlo desde niña. Así que, me dediqué a eso. Estudié una licenciatura en danza contemporánea y coreografía.

Sin embargo, la soltera no ha venido al restaurante para hablar de su pasión por la danza, sino que ha acudido a ‘First Dates’ para dar con un hombre que sea “agradable, entusiasta, alto y atlético”. Además, esa persona tiene que gustarle mucho “bailar, ver películas y hacer kárate”.

Carlos Sobera, en cuanto escucha todo lo necesario para que la cita se quede totalmente prendada de la otra persona, acude rápidamente a las puertas del restaurante para dar la bienvenida a Toni, quien será la cita de Leila en ‘First Dates’. Es un médico gaditano que se dedica a “prevenir las patologías del trabajo”.

“Se ve muy bien… elegante… Tiene buen porte”, cuenta Leila muy emocionada a las cámaras de ‘First Dates’. Además, el soltero también parece haberse quedado prendado de la bailarina soltera en cuanto la ha visto por primera vez.

En cuanto están cenando, tanto Leila como Toni tienen el momento perfecto para conocerse un poco más. De hecho, y durante toda la cita, parece que se lo están pasando en grande entre ellos.

Sin embargo, no es hasta el postre cuando Toni decide aumentar de grados la temperatura de la cita y menciona a sus genitales de forma muy graciosa cuando la soltera le preguntó por sus zonas erógenas: “El titán, lógicamente. Eso no hay ni que mencionarlo. El cañón también… tiene nombres mil”.