Este lunes ha tenido lugar el quinto programa de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'. Un quinto programa en donde las madres han tenido un doble papel: primero el de tener que separarse de sus hijos, lo que ha supuesto que los solteros hayan podido pasar 'tiempo de calidad' con sus pretendientes y pretendientas.
Pero la cosa no acababa aquí. Al regresar, las madres han podido ver todo lo que han hecho los pretendientes y pretendientas y en base a eso, han usado un poder único, exclusivo y trascendental que les ha otorgado el programa: el de expulsar a uno de ellos. Esto ha generado por parte de sus hijos reacciones de todo tipo. ¿Habrán acertado las madres con sus decisiones?
Valeria ha sido una de las más tajantes y directas al enterarse de que Martina estaba conociendo a su hijo por puro interés. "Todo fue genial hasta que llegué a casa", apuntaba la madre de Alejandro, mirando a Martina fijamente. "Me has desilusionado muchísimo. Me ha llegado un vídeo que confiesas que te ves como Martina de Montenegro, la mantenida de Alejandro", contaba Valeria.
Martina lo negaba rotundamente y esto encendía todavía más a Valeria. "Yo no soy ninguna interesada, a mí Alejandro me gusta y me gusta su profesión", explicaba. Pero estas palabras no eran suficientes para Valeria... ni para Alejandro: "No voy a estar con una mantenida que quiera vivir del cuento". Llegaba el momento de la decisión y Valeria lo tenía claro: "Martina, estás fuera, lo siento".
Por otro lado, hemos vivido una tensa situación en el momento de la decisión de Mariví de expulsar a un pretendiente. Los chicos se llevaban una sorpresa al descubrir que Batman, quien había estado con ellos en una fiesta que habían hecho justo la noche anterior, iba a ser quien tomase la decisión. ¡Y no solo eso! Además, se iban a enterar de que el susodicho es otro hijo de Mariví y el hermano mayor de Rubén.
Pues bien, Batman señalaba que sería Fernando el expulsado y la primera en saltar era Mariví, que se iba: "Yo no puedo más con esto". La madre de Rubén se mostraba muy indignada: ella quería que se fuera Jordi y su otro hijo había dicho Fernando. El enfado de Rubén, por su parte, era también mayúsculo: "Podías haberlo consultado conmigo". El otro hijo se justificaba, asegurando que si expulsa ya a Fernando será más fácil para Rubén elegir en la decisión final, pensando en que Jordi lo tendrá más complicado porque le gusta menos.
Por otro lado está Mayka, que llegaba al lugar donde se encontraban las pretendientas de su hijo muy enfadada y "decepcionada". Pero como ella decía, "siempre con educación y dientes, como dice Isabel Pantoja". La cara de la madre de Sequera era un auténtico poema instantes antes de comunicar su decisión: "No quiero que siga conociendo a mi hijo... Camila".
Y es que lo que le ha motivado a Mayka a tomar esta decisión son unas declaraciones de Camila en donde aseguraba que la cita que tuvo con Sequera comiendo kebab no le gustó demasiado, puesto que el sitio no era idílico para ella. "Tengo un sexto sentido y creo que lo he hecho bien", señalaba Mayka. Nadie entendía muy bien lo que estaba pasando y el shock era total: "Estoy triste", confesaba Camila, que se emocionaba y se daba un emotivo y sentido abrazo con Sequera.
Begoña, por su parte, elegía una original manera (y podemos decir que directa) de expulsar a esa pretendienta de su hijo. Y es que todos (las chicas, junto a su hijo Christian y la propia Begoña) se sentaban a tomar algo y un camarero aparecía sirviendo un café a cada una de las pretendientas con sus respectivos nombres. Pero en el de Tania no ponía su nombre: sí el de Mari Carmen, algo que utiliza mucho Begoña como expresión.
No había mejor pista que esta para que Begoña anunciase que el momento de la verdad llegaba, con un rotundo: "Hasta luego Mari Carmen, la que te vas eres tú. Creo que eres la que menos afinidad tienes con Christian". El soltero vasco le confesaba a su madre instantes después que había acertado: "Estoy de acuerdo, siendo honestos".
Mari Carmen se reencontraba con las chicas y con su hijo Erik y contaba a todos que tenía el poder de decidir quién se va. "Tú mírame", le decía Erik a su madre, avisándola de que no la liase. La persona que expulsaba Mari Carmen era Mirtha: "Me ha mentido. Yo le pregunté a ella si tenía hijos y me dijo que no. Me lo podría haber dicho perfectamente, no tengo ningún problema. Pero no me gusta que me mientan".
Erik se mostraba muy disgustado: "Yo mis expulsiones las hablo contigo siempre". Mirtha rompía a llorar y se abrazaba primero con Mari Carmen y luego con Erik: "Yo quería que te quedaras aquí", señalaba el murciano, muy dolido por la decisión que había tomado su madre.