Los chicos de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' iban a tener la oportunidad de mostrar su lugar de origen a sus pretendientes y pretendientas, junto a sus madres y, en estos viajes, no iban a faltar los acercamientos, como el de Erik y Camelia.
Las pretendientas de Erik se subían a una autocaravana junto a Mari Carmen, la madre de este, pero había dos de ellas que iban a tener más suerte, se iban a hacer este trayecto hasta Lorca con Erik en su coche, en este caso las elegidas eran Sofía y Mirtha.
En este camino a Lorca todos hacían una parada para pasar la noche en un 'camping' y poder descansar. Momento que Camelia aprovechaba para escabullirse de todas sus compañeras en el baño con una excusa: "Me he dejado la mascarilla en la caravana, ahora vengo".
La pretendienta aprovechaba este rato para ir hasta la caravana de Erik y pasar unos minutos con él. "Tengo mucha hambre, estoy en ayunas", le decía ella, lo que propiciaba que Erik le diese uno de sus batidos de proteínas.
Mientras estaban a solas se podía palpar la gran tensión sexual que hay entre ellos, como ya había confesado Erik sobre lo que le pasa con ella: "Se respira en el ambiente". Y, tras la confesión de Camelia: "Me dio celos lo de ayer, me hubiera gustado haber ido contigo en el coche y compartir más tiempo, pero también sé esperar". Terminaba pasando lo que ambos habían esperado, se besaban apasionadamente.
"Qué desayuno tan rico, lo podría desayunar todos los días", le decía ella tras el beso y confesaba ante nuestras cámaras lo que había sentido tras esto: "Erik me produce una atracción sexual brutal, conectamos mucho con la mente. Me pongo hasta nerviosa de pensarlo". "Ha pasado lo que tenía que pasar, no podíamos dilatarlo más", decía él tras este momentazo entre ambos.