Jesús Calleja, en un descanso en la expedición, ha querido saber un poco más sobre el ‘caso kitchen’, y le ha pedido a Willy Bárcenas que se lo resumiera, “en las cloacas del estado, se destina un dinero para crear un operativo policial dirigido por el ministerio del Interior, Jorge Fernández Díaz y su segundo, Francisco Martínez, en el que se destinaron fondos públicos, fondos reservados para una operación de espionaje ilegal contra mi familia, que consistía en tener un topo”, ha relatado Willy. Ese topo era el chófer. Y tenía que espiarle a él, a su madre, “a hacerle la vida imposible a mi padre en la cárcel”, ha apuntado.
Llegaron hasta entrar en el taller de su madre para llevarse unas cajas, “todo para destruir pruebas”, ha explicado, pero ahí no quedó la cosa. Willy Bárcenas vivió un episodio en su casa, “entró un hombre vestido de cura”, ha relatado, les metió en el salón a su madre, a él y a la señora que trabaja en su casa, sacó una pistola, les ató con bridas y les pidió toda la documentación que afectaba al Partido Popular.
“Yo vi un momento en el que iba a matar a mi madre. Era muy violento, que había estado en la guerrilla, que una muerte más no iba a pesar en su conciencia”, ha contado, “en un momento tuve la suerte de poder romper las bridas y reducir al tipo”, ha añadido. Le pegó un cabezazo, se cayó al suelo y antes de que llegara la policía, apareció el chófer, “que estaba comprado por el PP”, ha asegurado.