Abril de 2021. Kiko Rivera viaja hasta Nepal en uno de los peores momentos de su vida. Se encuentra en plena batalla familiar contra su madre, Isabel Pantoja, y Jesús Calleja se propone hacer terapia con él y qué mejor lugar que Nepal para sanar el alma del DJ.
Ha sido en Chitwan donde ha tenido lugar. Kiko Rivera se mete en el agua y se atreve a subirse a un elefante, que le baña cuando está subido a su lomo. Una experiencia única y alucinante que hace que al DJ le brillen los ojos de una manera especial.
“Durante los minutos que he estado ahí te olvidas de todo lo que te rodea. Estás el elefante y tú”, reconoce Kiko. “Creo que esto es una oportunidad única en tu vida para que cambies. Me haría ilusión que me llamaras en unos meses y me digas ‘se ha dio el demonio de mi vida”.
Este viaje está siendo único y está plagado de confesiones personales que van a ayudar a Kiko en su terapia. Pero la aventura también forma parte de esto. El DJ y Calleja hacen rafting en el río Trishuli y acaba fuera de la barca. Pero, eso sí, ha experiencia ha sido brutal.
Tras hacer un recorrido por Nepal, Calleja y Kiko terminan su viaje en Katmandú y en su río sagrado, donde los habitantes dejan los cadáveres de sus seres queridos ardiendo en el río. Un ritual muy común entre los vecinos: “Aunque sea un momento trágico, para ellos es mágico”.
Tras esto, conocen a personas que rezan por los demás y viven peregrinando por lugares santos, viviendo de limosnas. “Ha sido un viaje intenso, ha sido como un reseteo, me ha dado mucho que pensar. Lo catalogo como el mejor viaje de mi vida”, confiesa Kiko.