Después de recorrer el desierto sobre un buggy, Dulceida y Jesús Calleja se dirigían hasta el mar Muerto, uno de los destinos que la influencer aún tenía pendientes en su lista de cosas que hacer antes de morir.
Dispuesta a tachar esa experiencia de su lista, la influencer se adentraba en el mar de la mano de nuestro presentador. Pronto comprobaba que, en efecto, su cuerpo flotaba: “¡Qué fuerte! Estoy flipando”, decía sorprendida.
Aida aprovecha la ocasión para fotografiar la escena y crear contenido para su cuenta de Instagram. Mientras tanto, Jesús aprovechaba para embadurnarse en lodo aunque pronto ella también se unía.
Y fue así, llenos de barro, cuando nuestro presentador le hacía algo a Dulceida que ella le había confesado: “Tienes esta manía, mira”, y se iba directo al lóbulo de su oreja. “Haces así todo el rato”, continuaba.
Ella se explicaba: “Me da muchísimo, muchísimo placer. Me relaja. Es mi máximo placer del mundo (chuparse el dedo y tocar la oreja). Es mi paz. Es mejor que el sexo, incluso. Es un placer que quitármelo sería…”.