En su paseo junto a Jesús Calleja por las calles de Jerusalén no podía faltar la visita al Muro de las Lamentaciones. Nada más llegar, Dulceida se quedaba muy sorprendida con un detalle que apreciaba de inmediato: “Hay muchísimas más mujeres”.
Hasta él acuden miles de personas cada día tanto para hacer sus lamentaciones, como para pedir deseos. Antes de proceder, eso sí, se tienen que lavar tres veces las manos en las fuentes de la plaza.
La influencer y nuestro presentador se disponían entonces a escribir sus propias peticiones. Calleja preguntaba a Aida si iba a poner cosas personales: “Hombre, claro, lo primero salud para mi gente”, contestaba ella desvelándose su primer deseo.
Tras la salud, Dulceida no dudaba en escribir la palabra ‘trabajo’: “Hemos vivido una mala época como muchas personas en España. Sé que un día puedes estar arriba y otro abajo”. Calleja le preguntaba entonces si había habido problemas “de curro” en su casa: “Sí, tuvimos muchos problemas económicos, por eso tengo los pies en la tierra y sé que hay que trabajar y hay que esforzarse”.
Y es que la influencer reconocía a Jesús haber contribuido económicamente en casa cuando las cosas no iban bien: “En mis primeros trabajos, con 16 años, yo les daba a mis padres la mayoría. Y ganaba muy poquito”.
El aventurero le animaba a escribir más deseos como, por ejemplo, el amor. “Mi mundo se mueve por amor”, decía ella. “Soy muy sentida y quiero mucho. Me gusta la pareja, me encanta estar enamorada”.