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Los vinos de Lanzarote son una joya de la enología española, caracterizados por su singularidad y calidad. La isla de Lanzarote, parte del archipiélago de las Islas Canarias, ofrece unas condiciones geográficas y climáticas únicas que se reflejan en la personalidad de sus vinos. Con una historia vinícola que se remonta a varios siglos, han logrado reconocimiento internacional.
La Dominación de Origen de Lanzarote fue establecida en 1993 y regula la producción vinícola en la isla para asegurar la calidad y autenticidad de sus vinos. Es conocida por sus estrictas normativas que garantizan que los vinos sean producidos bajo métodos tradicionales y con uvas cultivadas en la isla.
Lanzarote es una isla volcánica, y su paisaje está dominado por la presencia de ceniza volcánica y suelos de picón, una capa de pequeñas piedras volcánicas. Estas condiciones únicas ofrecen un terreno excepcional para el cultivo de la vid, proporcionando minerales esenciales y una regulación térmica natural que protege las viñas de las extremas variaciones de temperatura. El clima de Lanzarote es árido, con escasas precipitaciones y abundante sol, lo que permite una maduración óptima de las uvas. Las técnicas de cultivo, como los hoyos cavados en la tierra para proteger las vides del viento y la utilización de muros de piedra volcánica, son características distintivas de la viticultura en la isla.
Las principales variedades de uvas cultivadas en Lanzarote incluyen:
Bodegas y vinos destacados
Lanzarote alberga varias bodegas reconocidas que producen vinos de alta calidad: